El día que el diputado socialista Ahmed Dris volvió al Pleno
tras varios meses sin hacerlo por enfermedad y la Sesión que
casi todos los diputados aprovecharon para referirse de una
u otra manera a la pronta asunción de su cargo como diputado
de Márquez sirvió también al líder de UDCE, Mohamed Ali,
para pelarse con Populares y socialistas. Con los primeros
por Benzú; con los segundos, por lo que hace el Estado.
Dos puntos sin aparente conflicto, una moción de UDCE que
pedía a Fomento que se preocupase por la seguridad de una
parte de la barriada de Benzú, la que se encuentra debajo de
las obras que Cantesa está acometiendo para acceder a su
cantera (la Cabililla); y otra técnica en la que la Ciudad
recuperaba la propiedad de la parcela del Santo Ángel donde
el Estado ha renunciado a hacer en solitario un centro para
atender a minusválidos y discapacitados para acometerlo en
colaboración con una Fundación, pusieron ayer el picante en
el Pleno. La primera, aparentemente abocada al consenso, se
torcio cuando el consejero competente, Juan Manuel Doncel,
terminó su exposición diciendo que habría que contemplar,
como última opción no querida, el desalojo de esas familias.
Ali se tomó la contestación por lo malicioso e intuyó que si
la próxima visita de un técnico acababa mal y los residentes
terminaban fuera de sus casas él cargaría con la culpa, por
lo que pese a la mediación de Vivas exigió que el PP se
ciñese a su propuesta si quería aceptarla: “Previo informe
técnico, acordar la implementación de obras para evitar más
derrumbes por el material acumulado”. Cuando vio que el
Gobierno no cedía instó directamente al PP a votar lo que
quisiera. Lo hizo: en contra.
Con Ramírez el tema fue más extravagante. UDCE pidió al
consejero que exigiese garantías al Estado de que con otras
parcelas (como las que se cederán para centros educativos)
cumpliese lo prometido y a Doncel le salió una defensora
inesperada, Inmaculada Ramírez, que llamó “miope” a Ali por
no darse cuenta del esfuerzo de Zapatero por Ceuta, que
quiso enumerar al detalle hasta que Vivas la interrumpió. La
disputa terminó con el de UDCE argumentado que aún habiendo
votado a Zapatero no había que defenderle siempre y con la
socialista reprochándole hacer tanta leña con la Educación:
“No está tan mal”, afirmó.
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