La Premio Convivencia 2010, Helen Lieberman, de confesión
religiosa judía, celebró ayer a última hora de la tarde
junto a los miembros de esta comunidad cultural en Ceuta la
festividad del Sucot en la sinagoga local después de que el
sábado recorriese los templos de las otras tres comunidades
culturales con arraigo tradicional en la ciudad autónoma (la
cristiana, la musulmana y la hindú).
Helen Lieberman, que hoy dejará Ceuta, celebró ayer por la
tarde con parte de la comunidad hebrea local la festividad
del Sucot. La sudafricana visitó la sinagoga ceutí en
compañía del presidente de la Ciudad, Juan Vivas, para
conmemorar una fecha recuerda al pueblo judío su vagabundeo
por el desierto en el camino de la esclavitud a la
liberación nacional y espiritual, donde recibió la Torá.
Al Sucot se le denomina también popularmente ‘la fiesta de
la cabaña’ en cumplimiento del mandato divino que ordenó a
los fieles celebrar “la festividad de las cabañas durante
siete días, una vez recogido el producto de tu era y de tu
lagar”.
La tradición dice que con esas ramas, hojas y tallos
restantes se debía construir la cabaña, la suca, cuya parte
más importante es el techo, que debe ser de materiales
crecidos de la tierra y espeso para que haya más sombra que
luz.
Durante los siete días de fiesta es un precepto comer y
dormir en la suca y llevar a ella los mejores utensilios, ya
que ella representa nuestra casa principal durante siete
días.
Fiestas encadenadas
La comunidad hebrea ha festejado durante las últimas semanas
algunas de sus fiestas más importantes de todo el año como
Rosh Hashaná (el año nuevo judío, en el que se conmemora la
fecha en la que, según la tradición, Dios creó al primer
hombre que habitó el mundo, ahora hace 5771 años), Yom
Kippur (la conmemoración judía del Día de la Expiación,
perdón y del arrepentimiento de corazón o de un
arrepentimiento sincero) y el Sucot.
Lieberman llegó el pasado jueves a Ceuta. El viernes se
acercó hasta las vecinas ciudades de Tánger y Tetuán y el
sábado tuvo la oportunidad de visitar varios templos locales
de las cuatro religiones con más arraigo tradicional en la
ciudad autónoma.
Ayer recibió, a mediodía, el Premio Convivencia 2010 en el
Salón del Trono de las Murallas Reales.
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