Las rutas y los medios que los inmigrantes emplean para
alcanzar las costas europeas son este año diferentes a las
de otros veranos, la época en la que más crece, por las
mejores condiciones climatológicas, el número de pateras.
Por una parte, no se dan devoluciones antes de que crucen la
línea que separa las aguas españolas de las marroquíes, pues
la Guardia Civil ya no puede interceptarlas, aunque las
localice, en jurisdiscción del vecino país. Además, la ruta
se ha acortado a Ceuta, un recorrido pequeño que sólo
requiere de embarcaciones que son prácticamente de juguete y
en las que no cabe más de media docena de personas.
Aunque el goteo de pateras que llegan a las costas ceutíes
es una constante, en los últimos tiempos se han dado dos
cambios significativos en este fenómeno: por una parte, las
embarcaciones son de menores dimensiones y, por otra, ya no
se producen devoluciones a la costa marroquí de aquellas que
la Guardia Civil localiza antes de que crucen la línea de
las aguas jurisdisccionales españolas. Este último e
importante extremo ha sido confirmado a EL PUEBLO desde
diversas fuentes relacionadas con la inmigración ilegal, que
señalan que las patrullas de la Guardia Civil no están ahora
autorizadas para cruzar esta “línea” e impedir que las
embarcaciones con inmigrantes ilegales alcancen las aguas de
Ceuta.
Cambios
De este modo, se observa también un cambio en el tipo de
embarcación y en la ruta que buscan realizar los inmigrantes
para alcanzar territorio de la Unión Europea. A lo largo de
todo el mes de agosto se han reproducido datos similares,
con una llamativa presencia de barcas hinchables de muy
similares características, si no prácticamente iguales, y
que son las que los bañistas adquieren para darse paseos por
la playa. Con estos precarios medios resulta imposible
pretender alcanzar, desde las costas marroquíes, el litoral
peninsular, de modo que todas ellas están recalando en las
aguas de Ceuta tras recorrer apenas unas millas. Todas estas
barcas hinchables, con una media de 3 a 5 inmigrantes
subsaharianos a bordo, han sido rescatadas por la nave de
Salvamento Marítimo, la Salvamar Gadir, a distancias que
rondan las cinco millas marítimas.
Aunque el goteo es constante, desde la Delegación del
Gobierno en Ceuta destacan que la presión migratoria no es
mayor que otros veranos puesto que, tal como reconocen, los
grupos que llegan son más pequeños de lo que solían ser
hasta este año.
Los últimos subsaharianos llegados a puerto ceutí, ayer
mismo, eran también 12 repartidos en dos de estas barcas de
plástico. Los inmigrantes se ayudaban de remos de juguete y
portaban, a modo de flotador, neumáticos con la marca ‘Made
in PRC’. Estas son las siglas de ‘People’s Republic of
China’ con las que este país está sustituyendo la denostada
‘Made in China’, que se relaciona en Occidente con productos
baratos y de mala calidad. En Internet pueden localizarse
similares al precio de 17 dólares.
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