La frontera de Beni-Enzar de Melilla con Marruecos recuperó
ayer la normalidad tras el boicot de mercancías durante dos
días de la última semana, y también hay el tráfico habitual
de mercancías en la del Barrio Chino, donde el presidente
Juan José Imbroda afirma que el comercio es “inhumano”.
En Beni-Enzar ya se han retirado la veintena de pancartas
críticas contra España y las banderas marroquíes que fueron
colocadas por activistas marroquíes.
Ayer el tráfico de vehículos y de ciudadanos en dirección a
Marruecos fue fluido, mientras que el del país vecino hasta
Melilla fue denso, tanto el de personas como el de coches y
camiones.
A pocos cientos de metros de ese paso fronterizo, el más
habitual de los cuatro que hay entre Melilla y Marruecos,
existe el del Barrio Chino, que es sólo para personas y no
para vehículos y que se denomina oficialmente “control de
régimen de viajeros”, según dijo a Efe un Guardia Civil que
trabaja en ese puesto fronterizo.
Esa denominación supone que se permite el paso de personas
que transportan sólo “un bulto”, lo que en todos los casos
supone un paquete de ropa de medio centenar de kilos de peso
que son cargados en las espaldas de ciudadanos marroquíes,
mujeres fundamentalmente.
Varias mujeres consultadas por Efe aseguran que ganan unos
dos euros por ese trabajo, aunque otras personas rebajan la
cantidad a unos 60 céntimos de euro.
Ese es el tráfico “inhumano” al que se refirió ayer en rueda
de prensa el presidente de Melilla, Juan José Imbroda (PP),
dentro de la “ancestral permeabilidad” que ha existido
siempre entre la ciudad autónoma y el país vecino.
El comercio en el barrio chino se desarrolla de lunes a
viernes entre las seis y las doce de la mañana, y según un
Guardia Civil, ha disminuido en los últimos días, aunque no
tiene certeza de que sea por el boicot registrado en la
frontera de Beni-Enzar.
Hasta una explanada cercana al paso fronterizo llegan
furgonetas cargadas con los bultos, y antes de que frenen
son abiertas por decenas de jóvenes que forcejean por
hacerse con uno de ellos y poder obtener algún dinero, lo
que provoca frecuentes discusiones.
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