El presidente de Melilla, Juan José Imbroda (PP), criticó
ayer la falta de “firmeza” y de “contundencia” del Gobierno
español ante la actuación de “cuatro desalmados” que han
boicoteado dos días el tránsito de mercancías en la frontera
entre la ciudad autónoma y Marruecos. En una rueda de prensa
desarrollada en la sede del PP melillense, Imbroda ha
reprochado que el ministro del Interior, Alfredo Pérez
Rubalcaba, no “levantara la moral” de “su gente” y se
sentara con ellos cuando los activistas marroquíes acusaron
a los policías de racistas y “vilipendiaron” a las agentes
por razón de género.
El presidente de Melilla, Juan José Imbroda (PP), ha
lamentado que no ha recibido una carta o una llamada de
Rubalcaba, al que ha deseado “fervientemente” que tenga
éxito en su reunión con la autoridades marroquíes prevista
el lunes 23 de agosto para resolver un “espinoso asunto” que
es “como el Guadiana” porque aparece y desaparece.
Imbroda ha atribuido el hecho de que se posponga el boicot
de mercancías en la frontera hasta mediados de septiembre,
cuando acaba el Ramadán, para “facilitar un diálogo más
tranquilo” de Rubalcaba con las autoridades marroquíes.
Después de resaltar que la frontera de Melilla se ha cortado
con “cuatro sillas”, lo que sería imposible en otras como La
Junquera, Imbroda ha defendido la presencia del ex
presidente José María Aznar en la ciudad autónoma porque
“entiende que hay una ausencia del Gobierno central en
Melilla y quiere llamar la atención” sobre ese hecho.
Aznar ha viajado unas nueve veces a Melilla porque, según
Imbroda, “tiene un concepto de patria y de España muy
fuerte”, y ha comparado esta actitud con la del ex
presidente Felipe González, que no ha visitado nunca la
ciudad autónoma, ha subrayado.
Ha rechazado que la presencia el pasado miércoles de Aznar
se deba a que quiera “provocar a Marruecos” así como las
críticas de deslealtad realizadas por el Gobierno, tras lo
cual se ha preguntado si la visita al rey marroquí de José
Luis Rodríguez Zapatero cuando estaba en la oposición y
había una crisis con España también era una deslealtad a su
país.
Según Imbroda, Aznar viajó a Melilla porque tenía “una
visita pendiente” y el ex presidente le preguntó si ahora
era una buena fecha, y ha añadido que ese desplazamiento se
hizo con conocimiento del líder del PP, Mariano Rajoy, con
el que él también conversó sobre esa iniciativa.
El presidente de Melilla ha descartado que haya hecho un
aprovechamiento político y mediático del conflicto en la
frontera y ha justificado su intervención porque “no
podíamos estar callados” ante las acusaciones de racismo a
la Policía, los fotomontajes insultantes para las policías y
las cinco protestas diplomáticas de Marruecos.
Imbroda ha insistido en que trabajará para tener las
“mejores relaciones” posibles con Marruecos y ha defendido
la “permeabilidad ancestral” entre Melilla y el país vecino,
gracias a lo cual 5.000 marroquíes trabajan en la ciudad
autónoma y ayudan al desarrollo de sus localidades.
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