El deporte español ha conseguido al proclamarse campeona del
mundo de fútbol el último gran título deportivo que se le
resistía. La victoria de Sudáfrica 2010 en la final contra
Holanda ha sido el mejor broche, el más ansiado, para la
bautizada como Edad de Oro del deporte en España, un país
que, pese a los éxitos de los Nadal, Gasol, Fernando Alonso
o Contador, es básicamente ‘futbolero’.
El camino que conduce a los triunfos de ayer fue labrado por
los deportistas de antes, a menudo nacidos por generación
espontánea. Pero todo cambió con Barcelona’92: ahora no hay
medalla que no sea producto de una planificación mecánica.
Jamás lo olvidaremos. España es campeona del mundo en una de
las finales más dramática y con más ‘juego sucio’ (por parte
de un sólo equipo) que se recuerda. El gol del gran Andrés
Iniesta en el segundo tiempo de la prórroga demostró que en
muchas ocasiones el fútbol es justo. Un equipo inolvidable
que consagra a todos y cada uno de sus jugadores. Un ejemplo
de humildad y de buen hacer. A pesar de que los holandeses
salieran a hacer faltas y más faltas, la ‘Roja’ no se vino
abajo.
El partido fue complicado de principio a fin. España no
podía realizar su juego más que con pequeños destellos de
luz. Nadie entendió el por qué de esa forma de encarar el
partido por parte de la ‘Naranja Mecánica’. Sólo se oían
quejas al árbitro, Howard Webb, que no anduvo muy fino en lo
del arbitraje. Mal el árbitro que también pitó a la ‘Roja’
ante Suiza, la única derrota de los nuestros en Sudáfrica en
la final del Mundial. El colegiado inglés, policía de
profesión, demostró no estar a la altura de un partido así.
No se atrevió a expulsar a Van Bommel y De Jong y se comió
un penalti clarísimo de Heitinga sobre Xavi en la prórroga,
aunque el gol de España llega precedido de un córner a favor
de Holanda que no señaló. Y la actitud de todos y cada uno
de los holandeses fue vergonzosa. Al igual que hicieron con
Brasil, intentaron poner nerviosos a los nuestros parando el
juego de forma constante pero no lo consiguieron. A pesar de
que tanta violencia desquiciara a España, fue el conjunto
que más insistió en imponer su estilo. Tardó casi 120
minutos en obtener la gloria. Pero así el triunfo supo
mejor.
Por otra parte, los cambios de Del Bosque fueron acertados:
Cesc por Xabi Alonso y Torres por Villa. El del Arsenal tuvo
un par de ocasiones clarísimas de gol en la primera parte de
la prórroga y demostró su valía a pesar de haber pasado el
mayor número de minutos en el banquillo. Sin embargo, el
‘Niño’ no tuvo su mejor noche. Ni ésta, ni las otras del
Mundial. El del Liverpool se rompió a falta de unos minutos
para que finalizara la segunda parte de la prórroga. Pero no
hay que ser duros con él ya que salía de una lesión y no
estaba al 100% y no hay que olvidar que fue él el que marcó
el magnífico gol que hizo al conjunto por aquel entonces
dirigido por Luis Aragonés, campeona de Europa. Y qué decir
de los paradones de Iker Casillas. El capitán de la
selección recibió también el Guante de Oro de la FIFA
convirtiéndose así en el guardameta más destacado del
Mundial. Iker Casillas recibió el trofeo Guante de Oro de la
FIFA al guardameta más destacado del Mundial de Sudáfrica,
antes denominado trofeo Lev Yashin en memoria del gran
portero ruso.
De Holanda, caben destacar los pequeños destellos de calidad
que mostraron los ex jugadores del Madrid, Arjen Robben y
Wesley Sneijder. Ambas actuaciones quedaron empañadas por
las quejas y las malas actuaciones de los dos jugadores que
no demostraron una gran deportividad. La desesperación de
los holandeses llegó hasta el punto de llegar a encararse
con el árbitro cuando pitó el final de la prórroga. La
ocasión más clara de la ‘Oranje’ estuvo en las botas de
Robben, que se marchó sólo. Pero ahí estaba Casillas para
parar un chut desde el centro.
En definitiva, la selección escribió en el Mundial la página
más brillante de su historia, en un camino que inició dando
la sorpresa, por su derrota ante Suiza en el estreno, que
ayudó a afrontar como finales cada encuentro para acabar
encontrando el estilo de brillantez que le hizo campeón de
Europa y ahora le hace dominar el mundo.
Llegaba a la gran cita futbolística como el principal
favorito, junto a Brasil, y el comienzo de España en el
Mundial hizo desviar la atención. Los 23 elegidos por
Vicente Del Bosque se dieron cuenta en Durban ante Suiza que
ningún partido lo ganarían por diferencia de calidad. Los
rivales les tenían bien estudiados. Les esperaban
planteamientos defensivos, marcajes individuales,
estrategias cuyo principal objetivo era hacer desaparecer su
magia.
Toda España celebra su triunfo. Y Ceuta no podía ser menos.
La fiesta ne la ciudad fue todo un festival que demostró que
el fútbol mueve montañas. La playa de la Ribera se convirtió
en un auténtico hervidero de gente celebrando un triunfo
histórico y magnífico. Era lo que faltaba. El mundial. Somos
campeones del mundo indiscutibles.
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INIESTA: El del Barça, el hombre del partido
El jugador del Fútbol Club
Barcelona, Andrés Iniesta, demostró su valía y su garra. Con
el gol que marcó en la segunda parte de la prórroga, culminó
una dura noche para todos los jugadores de la selección. Y
es que el ‘pequeño’ centrocampista fue el más grande del
partido. Su gol demostró que España se merecía ganar a pesar
del juego sucio de la ‘Oranje’. No dejaron hacer su juego a
la ‘Roja’, pero tampoco pudieron parar a la locomotora que,
proclamándose campeona de Europa hace dos años, lo es del
mundo en Sudáfrica.
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