Lo que antes se denominaba teleasistencia ha adquirido las
siglas de Teleprotección móvil. Se trata de un teléfono que
se recepciona en una base común de atención que al no
recibir llamadas de la víctima, se pone en contacto con esta
para comprobar su estado físico y emocional, y con el que la
mujer puede hacer sólo llamadas de emergencia para poner en
marcha los mecanismos de emergencia. Estos móviles se
solicitan en los Servicios Sociales de los ayuntamientos o
centros asesores, pero las cifras “fluctúan porque se
producen altas y bajas. Durante el 2009, fueron unas 15 ó 16
ceutíes las usuarias”, reveló la responsable del área,
Candelaria Gutiérrez.
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