El artillero de la empresa Movimientos y Voladura que
ingresó en estado crítico en el servicio de Urgencias la
noche de autos todavía no había salido de peligro ayer al
cierre de esta edición.
Según explicaron a este periódico fuentes hospitalarias, el
trabajador, que ya ha cumplido los cuarenta años, tiene el
rostro muy afectado por las quemaduras y las contusiones, lo
mismo que un pulmón.
Así las cosas, los responsables sanitarios decidieron ayer
no trasladarlo a la Península, como se planteó en un
principio, por temor de que no resistiera el desplazamiento.
Sin embargo, el delegado del Gobierno, José Fernández
Chacón, apuntó que el equipo médico estaba intentando
estabilizarlo para proceder a su traslado a un centro de
referencia en el caso de que fuera oportuno.
Pasan a planta
Respecto a los otros dos trabajadores que también ingresaron
en la UCI con pronóstico grave, un ingeniero de minas y un
ayudante, ya han logrado ser estabilizados de manera
definitiva y uno podía pasar anoche a planta, mientras que
el otro podría parar hoy.
Fuentes del servicio de Urgencias explicaron que la noche
del siniestro se atendieron, de entrada, a seis pacientes
como consecuencia del mismo: los tres hospitalizados en la
UCI y otros tres que sólo presentaban heridas leves, de los
cuales dos permanecieron en observación hasta ayer por la
mañana, que recibieron el alta, y un tercero pudo regresar a
casa la misma noche del martes.
Otros tres asistidos fueron dados de alta la misma noche del
martes porque, según las mismas fuentes hospitalarias, no
revestían la más mínima gravedad.
Los heridos por la explosión en el Fuerte de Mendizábal
hubieron de ser asistidos de politraumatismo, heridas
contusas y quemaduras. Uno de ellos presentaba también mano
catastrófica, por lo que hubo de amputársele dos dedos.
Sin embargo, todos se encuentran ya fuera de peligro excepto
al artillero que, según fuentes cercanas al suceso, se
encontraba más próximo al lugar donde se produjo la
deflagración.
La decisión de trasladarlo a un hospital de la Península,
que la Delegación del Gobierno no se descartaba todavía
ayer, depende, sin embargo, del criterio de los
facultativos.
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