Las malas condiciones climatológicas reinantes ayer en la
ciudad, con una nueva jornada de lluvias, junto con la caída
de la luz pueden ser las causas del suceso que se produjo a
última hora de la tarde en las obras de movimiento de
tierras que se llevan a cabo en los terrenos donde se
construirá la nueva prisión. El suceso se produjo cuando los
trabajadores de la empresa especializada en voladuras
controladas procedía a la quema del explosivo industrial
sobrante en presencia, como es preceptivo, de la Guardia
Civil. En la zona se está procediendo a la extracción de al
menos dos millones de metros cúbicos de tierras y rocas.
Las malas condiciones climatológicas podrían estar, según
los responsables de las obras que se llevan a cabo en los
terrenos de la futura cárcel, detrás del accidente laboral
en el que ayer resultaron heridos ocho trabajadores. El
suceso se produjo, según relataron a EL PUEBLO, cuando se
procedía a la quema controlada del explosivo sobrante, algo
que ha de hacerse a diario pues por motivos de seguridad no
puede almacenarse. ”Ha sobrado explosivo, se estaba quemando
con la Guardia Civil y ha habido una explosión y los hemos
llevado al hospital para que los vean”, relataba uno de los
presentes en los trabajos, que lleva a cabo la Unión
Temporal de Empresas (UTE) integrada por las compañías
Construcciones y Desmontes Ribera Navarra,
S.A.-Compactaciones y Nivelaciones Pardo, S.L.
Las voladuras controladas del explosivo industrial, que
según las mismas fuentes se realizan siempre con la
presencia de la Guardia Civil, son por tanto habituales,
pero ayer “con tanta lluvia” y con la escasa luz que había a
la hora en las que se llevaba a cabo la operación, pasadas
las 20.30 horas, son los motivos que de acuerdo con estas
primeras impresiones, podrían estar detrás de este
accidente.
Las obras llevan ya de hecho, tal como reconocen los
técnicos, un retraso considerable tras “cuatro meses
lloviendo”, pues consisten en el movimiento de tierras de la
superficie en la que se construirán el nuevo centro
penitenciario y un centro de inserción social. En total, y
según los datos aportados en su momento por la entidad
promotora, la Sociedad Estatal de Infraestructuras y
Equipamientos Penitenciarios (SIEP), se moverán unos 2
millones de metros cúbicos de tierra y roca, elemento este
último que ha de ser extraído con el empleo de explosivos.
Según fuentes policiales, el que se está empleando en estas
obras es ‘Río gel’.
Junto a un invierno inusualmente lluvioso en la ciudad, que
está generando problemas también en otras obras, las del
movimiento de tierras para la nueva prisión se han visto
ralentizadas además por el procedimiento de expropiación
forzosa de las 17 viviendas que estaban ubicadas en este
área, que se localiza entre Fuerte Mendizábal y el cerro de
la Mora. Finalmente, las casas fueron demolidas hace apenas
dos semanas.
Las previsiones iniciales de la SIEP, expresadas por su
presidente, Ángel Martínez Sanjuán durante la presentación
en Ceuta del proyecto, en junio de 2009, era “acortar” en la
medida de lo posible estos trabajos preliminares y comenzar
a construir la cárcel “en los primeros meses” de este año.
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