Los vecinos de los tres barrios que configuran el Príncipe
(Alfonso, Felipe y Al Jalifa) piden presencia continua de la
Policía en la zona, pero hasta la fecha nada se ha logrado
en el sentido de que las asociaciones representativas
vecinales participen activamente en la labor de que el
civismo regrese a un barrio que clama por la normalización.
La Junta Local de Seguridad ya ha tratado en varias
ocasiones el asunto, se han expuestos medidas, formas de
actuación, mecanismos para llevar a la práctica en los
ámbitos sociales y policiales, pero la tozuda realidad
indica que el vandalismo prolifera con poco freno.
El ‘deporte’ del apedreamiento a los vehículos de los
servicios públicos y a los de seguridad ya es una práctica
extendida entre los menores de los barrios del extrarradio
tanto del Príncipe como de sus alrededores. Como dato sirva
el hecho de que unidades del Cuerpo Nacional de Policía
tuvieron que acudir en la tarde-noche de este domingo a la
zona de las nuevas viviendas de Loma Colmenar porque
comenzaron a registrarse lanzamientos de piedras en la
recién estrenada zona residencial.
Desde que comenzó el año, el “peligroso juego” con el que se
divierten, por regla general, los aburridos y pre
delincuentes menores, se ha multiplicado en estas
conflictivas barriadas de Ceuta. Los vecinos, a través de
sus representantes, piden presencia policial y actuación
decidida de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado,
pero sólo se limitan a eso. Y, por el contrario, cuando la
presencia policial se hace efectiva, llegan quejas por la
“falta de libertad de movimientos”. Ni lo uno, ni lo otro.
Con este lamentable panorama donde, en el aburrimiento más
absoluto, los menores montan estrategias de emboscadas
quemando en mitad de carreteras de acceso neumáticos para
que acudan los bomberos acompañados de Policías y
entretenerse ‘jugando’ al ‘tiro al muñeco’, el Jefe Superior
de Policía del Cuerpo Nacional, José Luis Torres llamaba la
atención sobre el inmediato proceder más contudente de sus
policías ante lo que, durante la pasada semana ya se
calificó de escalada incontrolable. Al mismo tiempo pidió la
colaboración vecinal, porque los residentes de estos barrios
sí saben y conocen quiénes se dedican a estas actividades
vandálicas.
Fundamentalmente son tres las zonas donde, por las
características urbanas, los vándalos actúan con
regularidad. Así quedó reflejado en un informe exhaustivo
puesto encima de la mesa en una de las últimas Juntas de
Seguridad celebradas donde se ponían de manifiesto medidas a
llevar a cabo, que hasta la fecha no se han tomado por todos
los actores de la función de seguridad aun cuando los
compromisos de colaboración se plasmaban en los encuentros.
El Puente del Quemadero es el más famoso lugar de emboscada
y escenario preferido por los menores. Aprovechan el paso de
los autobuses o la llegada de vehículos policiales a la
rotonda de acceso al Príncipe Alfonso para soltar la
artillería de piedras contra las chapas y lunas de los
‘zetas’. Entre los ‘juegos’ figura el arrojar por la pequeña
colina contenedores ardiendo que van a parar a la carretera.
O bien se le pretende fuego a los restos de las múltiples
basuras que, por doquier, están presente en los taludes.
La zona trasera de Príncipe Felipe, la que confluye con
Príncipe Alfonso (Arcos Quebrados) se convierte, del mismo
modo, en un escenario cómodo para los apedreamientos.
Ocultos arriba, en el límite de calles sin salida que dan al
barranco, los menores con ondas o a mano, hacen llover las
piedras después de quemar, bien un vehículo abandonado, bien
un contenedor, atrayendo así la presencia de bomberos y de
policía.
Otro punto de apedreamiento se sitúa en la carretera que
circunda las naves del Polígono del Tarajal que discurre a
los pies de Príncipe Alfonso. En ese punto se produce
innumerables actos de vandalismo. Se queman vehículos que se
tiran por la ladera contra las paredes de las naves. La
llegada del Cuerpo de Extinción es un reclamo para los
lanzadores de piedras.
De todo esto existen informes pormenorizados.
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Interés porque las Fuerzas de Seguridad no
estén en la barriada “para mantener actividades ilegales”
El objetivo de los apedreamientos
a los vehículos policiales atiende al interés de
determinados individuos en que la Administración General del
Estado, a través de las Fuerzas de Seguridad, no estén en la
barriada para “mantener sus actividades ilegales y mantener
su control del territorio”, se dice en un informe. De ahí,
que en una de las últimas reuniones de la Junta Local se
hayan establecido medidas de actuación conjunta entre los
cuerpos policiales que, a estas alturas, no se cumplen al
cien por cien. De igual modo, se ha pedido que para evitar
en lo posible que los menores alcancen objetivos fácilmente,
se reparen y se refuercen las vallas existentes en el
polideportivo y zona de columpios próximo al ‘Reina Sofía’
que acceden a la colina desde donde se producen
apedreamientos. Por ello se ha solicitado el reforzamiento
del vallado e, incluso, la elevación del mismo así como la
limpieza general de los desperdicios susceptibles de ser
quemados. Igualmente en Arcos Quebrados se ha solicitado la
limpieza general de los vertidos de las laderas así como la
retirada de los vehículos desguazados y abandonados en el
lugar para evitar que sean incendiados.
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