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Los fondos necesarios para la adquisición de los terrenos de
Defensa por la Ciudad se lograrán, según el plan financiero
elaborado por la Consejería de Hacienda, mediante dos tipos
de operaciones distintas, contrato de crédito para el Brull
e hipoteca bancaria en el resto de casos. La compra de la
Maestranza, para cuyo uso no es necesaria transformación
urbanística, requiere de un crédito financiero amortizable
en parte con la transmisión de la parcela residencial de
este ámbito, mientras que el resto de la inversión se
recuperaría mediante los reembolsos fiscales del conjunto de
la operación. En cuanto a los acuartelamientos Fiscer y
Fuentes Pila y aunque “diferida en el tiempo”, la
financiación de su compra por parte de la Ciudad se
efectuaría también a través de los instrumentos financieros
habituales y con la previsión de los retornos por la
transmisión de los suelos residenciales para la promoción de
vivienda protegida, así como la recaudación fiscal
aplicable.
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urbanismo
