El PP impuso ayer su mayoría en el Pleno para vetar la
constitución de la Comisión de Investigación que sobre las
razones concretas de la salida de la política de Pedro
Gordillo y sobre su gestión durante los últimos dos años y
medio al frente de la Consejería de Presidencia pidieron que
se creara los portavoces de UDCE, Mohamed Ali, y el Grupo
Socialista, Inmaculada Ramírez. En un tenso y desordenado,
por imperativo del Reglamento, debate, Bel defendió la
necesidad de ser “prudentes” para no propiciar un “juicio
mediático paralelo” sobre un asunto que ya está en los
juzgados y que políticamente “ya no tiene nada que depurar”.
El consabido rechazo frontal del Grupo Parlamentario Popular
a la creación de una Comisión de Investigación institucional
sobre las razones concretas que motivaron la dimisión de
todos sus cargos políticos del ex vicepresidente de la
Ciudad, Pedro Gordillo, y los vericuetos del Reglamento de
la Asamblea ceutí, que no permitió que las intervenciones de
los portavoces se sucedieran conforme se había pactado en la
Junta de Portavoces el lunes (UDCE-PSOE-PP, en dos rondas),
deparó ayer un debate medio deslavazado sobre la
conveniencia de someter a examen la gestión del ex consejero
en el que terminó imponiéndose la postura Popular, que
considera que “ya no tiene sentido” una iniciativa así.
De vuelta a una posición “responsable”, el líder de la
oposición, Mohamed Ali, fue el encargado de defender, varios
tonos de vehemencia por debajo de la que ha venido
utilizando hasta ahora sobre este asunto, la necesidad de
constituir dicha Comisión para lavar la “deteriorada” imagen
de la clase política y en aras de una mayor “transparencia”.
El portavoz de UDCE esgrimió el Pacto por la Transparencia y
contra la Corrupción que Rajo y presentó al resto de
partidos políticos este fin de semana, donde dice que sería
conveniente “facilitar la creación de comisiones de
investigación” para poner frente al espejo al PP ceutí y
denunciar su “lamentable contradicción”. “No voy a entrar en
vídeos ni en lo que hizo o no en su despacho Pedro Gordillo,
pero con su actitud están decepcionando a los ciudadanos y a
los militantes del PP”, avisó Ali a los presentes.
Tras Ali, cuando en teoría le hubiese tocado hablar a
Ramírez, coimpulsora de la propuesta, el Reglamento llevó el
turno de palabra a Bel, que se inclinó por la “prudencia” de
no fomentar “un juicio mediático” paralelo al proceso
judicial ya iniciado y que ofreció a la oposición “toda la
información” que desee sobre la gestión de Gordillo, al que
nunca mencionó por su nombre.
“Estamos de acuerdo en que hay que depurar la corrupción y
sacar de la política a cualquier corrupto pero... ¿A quién
vamos a depurar aquí?”, se preguntó Bel, contraria a abrir
una investigación institucional “en abstracto”.
Cuando la consejera terminó su alocución, la portavoz
socialista, Inmaculada Ramírez, puso nombre a lo que el PSOE
desea “investigar”. “Queremos aclarar la falta de
explicaciones convincentes después contradichas; velar por
la limpieza de esta institución, que verá dañada su
reputación si pretenden cerrar rápido este caso; y conocer
la verdad, que está por encima de todo”, dijo Ramírez, quien
opinó que “la responsabilidad política y la penal no son
incomptabiles” antes de advertir de que a ella “no me vale
que se diga que Gordillo ya no está para negarse a crear la
Comisión de Investigación porque la ciudadanía tiene derecho
a saber qué pasó en un despacho oficial con un cargo público
cuando todavía lo desempeñaba”.
De vuelta ante el micrófono, Ali optó por el camino del
sarcasmo cuando le volvió a tocar levantarlo y, espoleado
quizá por la virulencia de su compañera de bancada, elevó su
crítica a todo lo sucedido durante el último mes: “La imagen
de la institución ya está dañada, pero parece que ahora
nadie sabe lo que era Gordillo en la Ciudad, la persona a la
que no le salió de las narices permitirnos tener otro
ordenador que aún no tenemos; el político que hizo multitud
de designaciones directas de cargos de confianza”, recordó
Ali, quien advirtió de que “en su momento y con el
presidente Vivas ya hubo una Comisión de Investigación sobre
el ‘caso Simarro” y ofreció que las sesiones de la Comisión
frustrada “no sean públicas”.
“Podemos evitar los dimes y diretes, pero no prediquen una
cosa y luego hagan otra porque contradicen a su dirección
nacional y el Pacto contra la Corrupción que ha presentado”,
terminó Ali, al que el Grupo Popular saludó con sonoros
aplausos cada vez que se refirió al texto elaborado por su
presidente, cuyo contenido se pidió inmediatamente traer a
las huestes del Gobierno para la última intervención de Bel.
En ella, la portavoz insistió en que “no tiene sentido”
investigar en la Asamblea un asunto sobre el que “no hay
nada que depurar”; recordó a la oposición que si tiene dudas
sobre lo ocurrido en alguna sociedad municipal podría
haberlo evitado o denunciado con sus representantes en los
Consejos de Administración y avisó a Carracao de que pronto
le podría tocar “acarrear” con alguna responsabilidad, en
aparente alusión al vídeo de Juan Vivas difundido por
Youtube.
Las carcajadas de varios consejeros y los aplausos de
Márquez dieron paso a la última intervención de Ramírez, que
cerró el debate pidiendo menos risas y metiendo el dedo en
la llaga: “Si Gordillo se hubiera ido por razones personales
ustedes le hubieran dado mil abrazos y le hubieran puesto un
alfombra roja, no con una frase como la de [el consejero de
Fomento, Juan Manuel] Doncel, siempre lacónico, que dijo
‘unos vienen y otros van”.
El chascarrillo dejó al aludido hierático, pero cuando a
continuación la socialista dijo que es necesario saber si el
resto del Gobierno fue “consentidor” del comportamiento del
ex vicepresidente y del “bochorno” desencadenado los nervios
de la consejera de Asuntos Sociales, Carolina Pérez,
estallaron.
Pérez: “No permito...”
La diputada levantó su micrófono por las bravas y dijo “no
poder permitir” seguir oyendo las valoraciones de Ramírez.
El gesto le valió un serio correctivo de Vivas, que avisó a
Pérez de que allí dentro es él quien ordena o corrige las
intervenciones y el uso de la palabra, reprimenda que nunca
dirigió sin embargo a Márquez, efusivo animador, limón en
mano, de toda la velada parlamentaria.
“Si no se abre la Comisión”, concluyó Ramírez, “será porque
tienen miedo a conocer la verdad, a que los silencios se
conviertan en palabras, a que los ciudadanos sepan, a
confesar que nunca se preguntó qué hacía el cacique de
provincias, el conseguidor, que nunca se tomaron medidas,
pero en cualquier caso el PSOE investigará lo sucedido con
los medios a nuestro alcance”, terminó. A la hora de la
votación el PP inclinó la balanza a su favor gracias a su
amplia mayoría frente a UDCE y PSOE. El diputado no adscrito
de IU, Haddu Musa, se abstuvo molesto porque ni Ali ni
Ramírez le tuviesen en cuenta a la hora de elaborar su
propuesta.
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