Manuel Elkin Patarroyo se mostró sereno y sincero revelando
que esas dotes humanas que lo han alzado como XI Premio
Convivencia se las debe a su familia, que le inculcó el que
“seamos solidarios y trabajemos los unos para ayudar a los
otros”. Durante su elaborada intervención en la entrega de
su galardón, el científico colombiano no dudó en recalcar
uno de sus mayores principios, el que la investigación y la
ciencia “deben estar al servicio del bienestar de toda la
humanidad”, confesó con firmeza.
Una calurosa ovación con un público totalmente entregado y
puesto en pie tras su entrada en el Salón del Trono del
Palacio Autónomico fueron los detonantes que hicieron que
Manuel Elkin Patarroyo recogiese su Premio Convivencia con
un nudo en la garganta y los ojos emocionados, conteniendo
las serenas lágrimas.
Pese haber sido descrito por numerosas personalidades como
el presidente de la Ciudad, Juan Vivas, la consejera de
Educación, Cultura y Mujer, Mabel Deu, y su biógrafo
personal, Javier García Miravete, el científico colombiano
quiso hacer suyo el mensaje por el que ha sido galardonado
con el reconocimiento ceutí ya que para Patarroyo, “la
ciencia y la investigación deben estar al servicio del
bienestar de toda la humanidad”. Un principio que postula
desde su niñez gracias a su familia, que le inculcó desde
sus primero años de vida el que “seamos solidarios y
trabajemos los unos para ayudar a los otros”, se sinceró.
Durante su exposición, Patarroyo habló sobre la Fundación
Instituto de Inmunología de Colombia, fundada y dirigida por
él desde hace 30 años, y las metas que se plantea, entre
ellas, resolver el problema universal de las enfermedades
infecciosas, especialmente aquellas que afectan a los países
en vía de desarrollo.
Las buenas noticias corrieron por sus palabras ya que el
investigador aseguró que los trabajos estaban “muy
adelantados” para establecer una metodología que permita
desarrollar “lógica y racionalmente” vacunas sintéticas
contra estas enfermedades y, particularmente, contra la
malaria.
“La naturaleza quisiera revelar sus secretos solamente a
aquellos espíritus que perseveran en la búsqueda de una
idea. Ese es el caso de las vacunas: el método más rentable
y productivo desde el punto de vista de la prevención del
dolor, del sufrimiento y de la muerte. Pero también desde el
punto de vista económico, ya que es mucho más barato
prevenir una enfermedad que tratarla, sin contar con la
pérdida de una vida”, alegó, con rotundidad en sus palabras.
Tras dar a conocer al auditorio todo el proceso que le llevó
a indagar en el antídoto contra la malaria, las pruebas y
experimentos que comprobaron el grado de efectividad que
proponía la vacuna, Patarroyo desglosó aquellos motivos que
le llevaron a donar la patente a la Organización Mundial de
la Salud (OMS).
“Como nuestros estudios siempre han sido financiados por los
gobiernos de Colombia y España, nunca jamás consideramos que
nuestras vacunas deberían ser objeto de negocio ni ofertadas
para la venta. Por la misma razón, nunca consideramos
ninguna posibilidad de compra. Debo insistir hasta la
saciedad que no tengo nada contra las multinacionales
farmacéuticas, y que mis argumentos nunca encuentran ni su
fundamento ni su fin en la maledicencia en contra de ellas.
Mi diferencia se basa en una manera muy diferente de pensar
y de concebir la responsabilidad moral de la práctica
investigativa”, argumentó.
Sin entrar en excesos ni detalles sobre esos talones en
blanco o cebos que las empresas farmaceúticas le
interpusieron tras sus constantes negativas, el científico
colombiano reveló sus intenciones en un futuro inmediato.
“Nuestro proyecto de vida, al aportar un concepto nuevo,
llevado de principio a fin por nosotros, como es el
descubrimiento, desarrollo y producción de vacunas
sintéticas, financiadas por Colombia y España, y con la
colaboración de miles de personas de los países pobres que
se prestaron a estos estudios, va de la mano con la idea de
universalizar el acceso a los medicamentos”, se despidió,
con un hasta pronto, el doctor Manuel Elkin Patarroyo.
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Los medios internacionales, comunicados por vía satélite
Televisión Caracol de Colombia,
por vía satélite, la agencia EFE, a través de la página web
que se actualizará en el transcurso del día de hoy, Antena 3
Noticias, España Directo, y cabeceras como ABC y El Mundo,
en sus secciones nacionales, fueron algunos de los medios de
comunicación que durante la jornada de ayer se mostraron
interesados en cubrir el acto de entrega del XI Premio
Convivencia al científico colombiano Manuel Elkin Patarroyo.
Sin dudar, la cobertura que televisiones, radios y
periódicos realizaron del evento en el mismo Salón del
Trono, donde se ubicó un espacio reservado para las
conexiones de audio, imagen y toma de anotaciones.
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