Sergio Moreno, jefe del gabinete técnico del delegado del
Gobierno, destacó ayer en la capilla ardiente del histórico
socialista ceutí Fructuoso Miaja que se trataba de un
político perteneciente a una generación que “tuvo la mala
suerte de pasar la Guerra Civil, de ser represaliado,
perseguido”. También subrayó el hecho de que, tras la muerte
de Franco, le tocó asimismo “retomar la bandera de la
democracia como referente del Partido Socialista”.
“Concejal, alcalde, senador, presidente honorario del
Partido...”, Moreno enumeraba los diferentes papeles que
jugó Miaja durante su dilatada vida política,
conviertiéndose, afirmó, en una persona de referencia “para
la gente joven, para las generaciones que hemos vivido en
democracia”. Por “su sabiduría y saber estar”, destacó
Moreno la figura de Miaja. “Muchas veces este partido se ha
distinguido desgraciadamente -aseveró- por dividirse en
bandos y por cierto cainismo, y Fructuoso siempre aportaba
mesura y compañerismo”. Este es, a su modo de ver, el mayor
legado del ex alcalde de Ceuta, que en el trato, tal como
destacaron también el resto de compañeros presentes ayer en
la capilla ardiente, “era muy afable”. “Yo me quedo con la
cosa de que era una persona que anque sabía que iba
perdiendo capacidad intelectual, sabía reconocerlo, y me
reía mucho con él, aunque era lo que peor llevaba quizá, se
lo tomaba con sorna y con sarcasmo”, rememoraba. Respecto a
la actualidad del partido y a si solía dar consejos a sus
dirigentes de hoy, Moreno afirmaba que “no entraba tanto en
los temas de partido de Ceuta pero sí que estaba muy al día
de los temas nacionales e internacionales”. En su última
conversación con él hablaron, entre otros, “del tema de
Valencia y de la presidencia europea”, recordó, para agregar
que se trata de la pérdida de “una persona luchadora, un
ejemplo como lo fue su hermana María”, fallecida también
hace poco.
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