En su informe al Defensor, que este transcribe casi
textualmente, la Delegación reconoce que el actual ritmo de
rotaciones diarias (21) que realizan las navieras que operan
en la línea marítima “es prácticamente imposible que se
puedan cumplir sus horarios”, especialmente en las épocas
del año con mayor nivel de ocupación de los buques: Navidad,
Semana Santa “y fundamentalmente durante la OPE”.
Durante el resto del año, cuando el número de vehículos y
pasajeros transportados “es relativamente bajo” y sólo crece
“en determinados fines de semana y puentes festivos en que
se produce cierto éxodo hacia la península” la institución
que dirige Fernández Chacón considera que “la puntualidad de
los buques es francamente razonable” y asegura al Defensor
que “sólo en situaciones extraordinarias de malos tiempos,
mala visibilidad y exceso de demanda, fundamentalmente
durante la OPE, los retrasos pueden resultar destacables”.
“Como conclusión final a este punto”, concluye su exposición
el delegado, “sólo aumentando el tiempo de estancia de los
buques en puerto, facilitando las operaciones de carga y
descarga, lo que obligaría a disminuir el número de
rotaciones, se podría obligar al cumplimiento estricto de
los horarios”.
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