El Gobierno suizo es uno de los pocos que permite a sus
militares tener el pelo largo, pero hay una trampa, la
mayoría de ellos son reservistas. Esto quiere decir que
muchos desarrollan una profesión diferente durante todo el
año y se activan dentro del Ejército por unas temporadas. El
reservista español, sin embargo, sí debe cumplir con las
normas estéticas recogidas por el Ejército. En otros países
del norte de Europa, la propuesta también se ha hecho notar,
pero no ha cuajado.
Conocida es la carta que un joven israelí de 18 años envió a
a la Corte Suprema de su país. Avishay Saban quería que le
fuera reconocido el derecho a conservar su pelo largo,
recogido en forma de coleta, mientras realizara el servicio
militar obligatorio. El joven, en marzo de 2001, dijo no
entender por qué se negaba esta posibilidad a los hombres
mientras a las mujeres no y se atuvo a una reclamación de
mismos derechos para hombres y mujeres.
Es más, la Corte Suprema dio al Ejército israelí 45 días
para que pudiera argumentar una norma que en principio
parecía discriminatoria.
Algo parecido surge también con los pendientes. A las
mujeres se les deja llevar, mientras que a los hombres, no.
El debate sobre estética se abrió hace años y no está por la
labor de cerrarse.
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