El Pleno de la Asamblea prestó ayer conformidad por
unanimidad en una Sesión Extraordinaria, como procedía, a la
concesión de la Medalla de oro de la Ciudad Autónoma al que
fuera miembro del Servicio de Extinción de Incendios local
Marco Antonio Navas, que falleció el pasado 31 de abril
cuando realizaba prácticas de submarinismo en la zona del
Sarchal.
El encargado de defender la propuesta fue el vicepresidente
del Ejecutivo local y consejero de Presidencia, Pedro
Gordillo, que como instructor del expediente pronunció una
sentida intervención en la que confesó su “respeto y
admiración” por todos aquellos “que quieren dedicar su vida
a servir a los demás, sobre todo en estos tiempos en los que
impera el individualismo”.
Gordillo hizo un somero repaso por las “virtudes humanas” de
Navas, de quien resaltó, como ejemplo de todos sus demás
compañeros, su disposición “a dar su vida para evitar la
pérdida de cualquiera que la tenga en peligro”.
Sobre el bombero fallecido, al que le será concedida su
distinción a título póstumo en el plazo de dos meses,
Gordillo dijo que destacaba por su “disciplina, lealtad,
respeto, responsabilidad, compañerismo y espíritu de
equipo”.
“Número nueve de su promoción, a Marco Antonio Navas le
gustaba formarse y formar a futuros bomberos, a lo que
dedicaba buena parte de su tiempo”, aseguró el consejero
tras resaltar la importancia de profesionales que, como
estos, “cuando aparece el peligro y los demás queremos salir
corriendo ellos desean entrar”.
La Ciudad modificó su Reglamento de distinciones para poder
conceder este año la Medalla al bombero.
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