Con un ambiente prevacacional; Vivas, Doncel y Márquez
ansiosos de terminar la Sesión para irse a Madrid, donde hoy
se verán con la ministra de Defensa y la oposición enrocada
en el recorte de gastos sociales y la desaforada afición del
Ejecutivo local a pedir créditos que advierte en el
Gobierno, el Palacio autonómico acogió ayer el último Pleno
del curso político, que sirvió para eliminar obstáculos a la
construcción de la nueva Comandancia de la Guardia Civil;
para aprobar el pago de 17,4 millones adeudados a grandes
proveedores y para ‘salvar’ el equilibrio presupuestario de
2009, amenazado por la crisis.
Los diputados dieron ayer carpetazo al último Pleno del
curso político en apenas tres y horas y media. Ese fue el
tiempo que consumió el debate sobre las cuatro propuestas
que defendió el consejero de Hacienda, Francisco Márquez,
que básicamente acabaron reducidas a dos: la que solicitaba
conformidad para concertar una operación crediticia por casi
18 millones con el fin de abonar impagos con grandes
proveedores acumulados hasta finales del año pasado y la que
daba cuenta del Plan de Saneamiento y Estabilidad Financiera
diseñado para paliar el déficit que en el capítulo de
ingresos prevé la Ciudad acumular por culpa de la crisis
hasta final de año y salvar así el equilibrio presupuestario
de la institución.
En ambas se repitieron argumentos una y otra vez tanto desde
el Gobierno como desde la oposición.
A Márquez el debate le sirvió, sobre todo, pese a las
reticencias de la oposición a creerle, para dejar “claras”
cuatro cosas: 1) que no habrá recorte alguno en los gastos
sociales comprometidos por el Ejecutivo aunque hace un mes
se pensase en ello porque la realidad de la nueva
financiación autonómica es superior a las previsiones; 2)
que la Ciudad no congelará los sueldos de los funcionarios
más allá de los altos cargos (como ya hizo el año pasado)
salvo que así lo decida el Estado por Ley de Presupuestos;
3) que en lo que queda de legislatura no habrá subida de
impuestos alguna; y 4) que si crece la recaudación de
determinadas tasas es “porque ha mejorado la eficacia de la
gestión”.
Desde el otro lado de la sala Ali (UDCE-IU) y Ramírez (PSOE)
insistieron una y otra vez al consejero en la falta de
credibilidad de sus números y de sus previsiones, en su
incapacidad para contener “el despilfarro” de la
Administración ceutí y en su imprudente costumbre de
recurrir una y otra vez al crédito bancario para ir
solventando situaciones.
El consejero rebatió sus argumentos y defendió su propuesta
como “el mayor ejercicio de transparencia realizado desde
hace muchos años en este Pleno”. “Tienen ante ustedes la
previsión presupuestaria de los técnicos de la Ciudad hasta
2015”, dijo sobre el Plan de saneamiento elaborado como
requisito para recurrir al endeudamiento para pagar a los
proveedores e inyectar liquidez en la economía.
“La salud de las arcas de la Ciudad es buena porque aquí no
se maquilla ninguna cifra ni se dan datos ficticios”,
advirtió Márquez cuando Ramírez le acosó cifrando la deuda
total de la Asamblea en algo más de 200 millones de euros o
cuando Ali puso en solfa el que prevea ingresar tres
millones de euros por los daños del temporal de septiembre
con un documento que literalmente dice que “no se dispone de
soporte alguno que justifique este importe”.
Al final, y a pesar de que UDCE-IU le avisó reiteradamente
de que será “imposible” que Márquez logre cuadrar los
números del Presupuesto a final de año, los votos del PP
sirvieron al Gobierno para sacar adelante su proposición,
que prevé compensar los 17,5 millones de euros que se cuenta
con dejar de ingresar este ejercicio por culpa de la crisis
con los 10,1 que reportará el nuevo sistema de financiación
autonómica; los tres de la compensación por el temporal; los
4,7 del déficit de 2008 que ayer se acordó concertar en
operaciones crediticias y lo que se ahorre con el recorte de
subvenciones a diferentes entidades, ninguna de índole
social.
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El Gobierno pagará en un mes 17,4 millones a sus grandes
proveedores y suministradores
Si la oposición rechazó en bloque
el Plan de Saneamiento del Presupuesto de 2009 a la hora de
votar la utilización de lo previsto en el Real Decreto
5/2009 para recurrir al endeudamiento con el fin de pagar
las deudas acumuladas hasta el 31 de diciembre pasado el
PSOE optó por la abstención. En cualquier caso, y como
siempre, la mayoría Popular aprobó la propuesta presentada
por Márquez, que servirá para abonar 17,4 millones a grandes
suministradores y proveedores en el plazo de un mes e
“inyectar liquidez” en la economía. Tampoco hubo consenso
con la aprobación de un expediente de transferencia de
créditos entre partidas con distinto grupo de función. El
Ejecutivo local pretendía llevar lo presupuestado para la
Plaza Nicaragua a una partida genérica de Obras Públicas
que, según explicó el consejero de Fomento, Juan Manuel
Doncel, servirá al menos en parte para invertir en el
alumbrado público del Príncipe, pero a la oposición no le
convencieron sus explicaciones: lamentaron la falta de
concreción y se abstuvieron.
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