La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre,
y el lehendakari vasco, Patxi López, han sido hasta ahora
los líderes regionales que con más firmeza han puesto sobre
la mesa la opción, al menos, de congelar los sueldos de los
(sus) funcionarios. La política madrileña dijo el pasado 20
de abril que sería “una vergüenza” que quienes tienes un
empleo fijo y garantizado “tengan una subida del 5% cuando
los precios bajan el 1% y cuando 7.000 españoles se van al
paro todos los días”. Para dar ejemplo, ella y sus
consejeras se bajarán el sueldo un 2% a partir de agosto.
Por su parte, López confirmó la semana pasda que su Gobierno
“estudia” congelar las nóminas de los funcionarios a su
cargo para frenar el gasto público y poder cuadrar los
Presupuestos en un escenario de fuerte caída de la
recaudación, auque señaló que su decisión dependería en
buena medida de qué posición se adopte en el Estado.
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