En sus declaraciones ante el magistrado del Juzgado de
Primera Instancia e Instrucción número 2 de Ceuta y
ratificando el testimonio prestado en comisaría, el presunto
autor del asesinato de la joven Ikram argumentó ayer que el
día de los hechos estaba borracho y drogado, alegando que
todo había sucedido muy rápido y que su intención no era
matarla, según han constatado a este periódico fuentes de
toda solvencia.
En presencia de su letrado, el juez y el secretario
judicial, y pasadas las doce de la mañana de ayer, el
supuesto homicida reiteró su autoría en el crimen cuyo
móvil, al parecer, fueron los celos.
El entorno familiar de la joven fallecida continúa
recalcando la adicción que el detenido tenía con el alcohol
y que, además, “todo el mundo dice que tenía más mujeres,
por lo que los celos no son fundamento. Él la quería matar,
le ha hecho la vida imposible y nunca entendí qué pudo ver
en él”, declaró el padre de la fallecida.
El que el sujeto estuviese borracho y drogado, tal y como
manifestó ante el juez y en comisaría, podrían ser dos
factores atenuantes sobre la sentencia final ya que dichas
sustancias merman las capacidades intelectuales de cualquier
ser humano. Aunque en el caso de que se hubiesen dado, será
el médico forense el que tenga que acreditar al magistrado
que se cumplen dichos requisitos en su evaluación.
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