El número de cuidadores familiares debe ser paralelo al de
personas que reciben la prestación económica ya que ambos
parámetros van vinculados.
Desde que entrase en vigor la Ley, se han registrado en la
ciudad autónoma 479 cuidadores no profesionales, aunque no
todos están en activo debido al indicador de fallecimientos.
A estos cuidadores se les facilitó el pasado año un manual
creado junto a la Obra Social La Caixa, con información del
programa Prevención de la Autonomía, que “venía a dar una
mayor importancia a la figura del cuidador, no sólo con
documentación de primera mano y actual sino también con
números de teléfonos de consultas”, explicó Fernando Jimeno,
director del IMSERSO.
Para profundizar en ello, durante 2008 el IMSERSO puso en
marcha tres cursos de formación para cuidadores que dieron
muy buenos resultados, estando enfocados a hacia la
pragmática; desde la gestión del estrés del cuidador, la
higiene en el dependiente y la movilidad de la persona
dependiente. “Hubo una buena respuesta tratándose de cursos
muy cortos, entre 12 y 15 horas, y este año lo continuaremos
porque queremos romper esa ausencia de formación en el
perfil del cuidador”, aclaró Jimeno.
La interacción entre el IMSERSO y la persona dependiente o
su cuidador es algo que se constata en el caso de la ciudad
autónoma. “Es una obligación que mantiene la Ley por su
doble formato: la atención al dependiente y el apoyo al
cuidador, y la línea de actuación es esa”, concluyó.
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