La sexta sesión del juicio que valora la presunta trama de
narcotráfico que partió de la calle Molino para concluir en
el garaje de un céntrico hotel de la ciudad con la
intercepción de 171 kilos de hachís concentró los informes
realizados tanto por la representante del Ministerio Fiscal
-que solicita cuatro años de prisión para los acusados- como
por los letrados de la defensa - tres de ellos piden la
absolución y la cuarta, pena mínima-. La fiscal basó su
petición de condena en declaraciones contradictorias de los
imputados.
Tras casi 30 horas de juicio, distribuidas en seis sesiones,
con la habilitación especial de una sala, intensidad y
momentos de tensión en las partes involucradas, el juicio
que valora la presunta trama de narcotráfico de la calle
Molino ya ha concluido, quedando pendiente de sentencia.
Con la cita de ayer se cerraron todas las cuestiones y
alegatos a debatir ya que durante casi cinco horas la
representante del Ministerio Fiscal así como los cuatro
letrados de la defensa realizaron sus respectivos informes.
Todos ellos muy compenetrados y sí, con la máxima libertad
de expresión a la hora de acusar, no a los imputados, sino a
los agentes de la UDYCO.
La primera en intervenir fue la fiscal, quién solicitó una
sentencia condenatoria para los cuatro acusados alegando que
habían quedado acreditadas las participaciones de todos en
la supuesta organización. Con respecto al primero de los
acusados -quién reconoció ser responsable de la droga del
domicilio intervenido y la interceptada en las maletas del
vehículo del garaje del hotel-, “ha incurrido en versiones
contradictorias diciendo que se metió en el garaje porque se
dio cuenta de que lo estaban siguiendo cuando los policías
manifiestan que iban en coches camuflados y de paisanos.
Además de haber reconocido que participaba directamente en
la trama y engañar al empresario madrileño diciéndole que
iba a guardar en su coche maquinaria para Estepona cuando
era hachís”.
Aludiendo al segundo de los acusados -primo del primer
acusado y que acompañó a este durante todo el fin de semana
en sus movimientos-, “su intervención es clara por las
fotografías en las que aparece junto a la droga. Además de
los videos que recogen cómo cargaba o descargaba las
maletas. Sabía que su primo tenía droga en su casa con lo
cual no resulta creíble que argumente que desconocía qué
albergaban las maletas. Y si quería marcharse porque tenía
miedo, lo podía haber hecho”.
Del tercer acusado -empresario madrileño que viajaba con su
esposa e hijo y se alojaba en el hotel donde se interceptó
la droga- manifestó que “ha realizado tres declaraciones
contradictorias en las diferentes estancias judiciales; en
la primera reconoce que su función en la organización es
pasar la droga y distribuirla en la Costa del Sol. Después
dice que no, que lo coaccionaron para que declarara eso y
dejasen en libertad a su mujer. Y con respecto al coche,
primero dice que quería mayor comodidad para su hijo y
después que el suyo propio estaba estropeado˝. No faltaron
las acusaciones hacia su relación con el resto de los
imputados. “Resulta extraño que a uno le dejen las llaves y
a otro lo conociese de negocios pero alega que se encontró
con los dos ese mismo fin de semana, en los mismos sitios,
de casualidad”, apostilló la fiscal.
Para finalizar su informe, la representante del Ministerio
Fiscal se refirió al cuarto y último de los acusados
-empresario de Madrid que posee un negocio familiar en Ceuta
y que manifiesta que viene casi todos los fines de semana a
la ciudad para recoger o traer muestras y dinero-,
destacando nuevamente versiones contradictorias en sus
declaraciones. “Él ha afirmado que no tiene ninguna vivienda
alquilada pero el propietario confirma que se entrevistó con
él y le mostró la casa. En su bajada al garaje, su amiga
manifestó que lo vio salir junto al otro empresario cuando
él dijo que salió solo. Y, para concluir, ha explicado que
mantiene relación laboral con todos los imputados, cuando se
ha acreditado que cenan o viajan juntos”.
Finalmente, la fiscal concluyó su acusación sobre los cuatro
sujetos manifestando que “las declaraciones de los agentes
han destruido el principio de inocencia del que gozan los
acusados”, es decir, que las pruebas y testimonios aportados
al caso acreditan, según ella, la culpabilidad de los
imputados.
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¿Existió coacción por parte de la UDYCO hacia uno de los
acusados?
Ante las acusaciones manifestadas
por la representante del Ministerio Fiscal sobre
declaraciones contradictorias de los imputados en Comisaría
o Instrucción, el abogado de la defensa del empresario
madrileño cuestionó la coacción hacia su cliente alegando
que “la fiscal ha insistido a los agentes preguntándoles si
el inspector se entrevistó con mi defendido en privado.
Todos dicen que no pero lo cierto es que ninguno lo vigiló
todo el tiempo. Si se pregunta tanto es porque, incluso la
fiscal, duda de la supuesta coacción”. Antes de concluir la
cita, el imputado manifestó que “he sido yo el que ha
sufrido, me han aislado del resto, me han trasladado a otra
dependencia y encima me acusan”.
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