La primera aproximación del nuevo modelo de financiación
autonómica presentada por el ministro de Economía dejaba
claro que tanto a Ceuta como a Melilla se le dispensaría un
tratamiento especial debido a sus ‘singularidades’.
No obstante, el Gobierno, tras su primera propuesta ha
entrado en fase negociadora con las distintas autonomías que
conforman el paí con el objetivo de aunar criterios y lograr
un consenso nada fácil aun cuando los pasos dados hayan sido
importantes. Tanto que los barones del PP dirán que sí al
modelo ofrecido por el Ejecutivo Zapatero aunque mantienen
la actitud crítica por las “dudas” que genera el modo y las
formas.
Si Ceuta quedaba, casi al margen de cualquier disputa y las
distintas regiones admitían esas ‘especificidades’
inherentes, propias y únicas de la Ciudad Autónoma [al menos
a priori], el Partido Popular en su tradicional encuentro de
San Millán de la Cogolla emitía un decálogo de compromiso en
su política donde hacía especial y claro hincapié en que
para el caso de Ceuta y de Melilla, el nuevo modelo de
financiación autonómica no podía ser una rémora que
retrasara el progreso de ambas ciudades sino antes al
contrario, disponer de una atención concreta y, una vez más,
singular.
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