La ciudad no perdería nada o prácticamente nada de sus
elementos públicos vinculados al franquismo. El Cronista
Oficial sólo propone retirar de la vía pública unos pocos
elementos. En concreto, los azulejos de las fachadas de
Barriada Sanjurjo, que relejan nombres ligados al franquismo
en sus calles recibió otros en sus bloques “que hacen
alusión a batallas de la Guerra Civil”.
El mismo camino debería seguir el nombre de la calle Alférez
Provisional, que Barceló considera “susceptible de
sustitución”. Después de que a partir de 1983 se retirase la
práctica totalidad de placas conmemorativas alusivas a
hechos y personas destacadas de la contienda (General
Franco, General Mola, Falange Española...) el Cronista
considera que hoy en día podrían mantenerse los del General
Aranda, que fue jefe de la masonería en Ceuta implicado en
un golpe de Estado contra Franco, y el de Queipo de Llano,
comandante general local en 1923 y entusiasta valedor del
Hermanamiento con Lisboa.
Además, en relación con el nomenclátor de las calles se
recomienda “admitir” propuestas de represaliados para
denominar nuevas calles y mantener nombres de caídos del
bando nacionalista como Teniente Reinoso o Capitán Claudio
Vázquez.
Sí se insta a “pedir” a empresas como Telefónica, obras
públicas o alumbrado que “sustituyan” las placas metálicas
que tienen en la calle “con el escudo de España de la
dictadura”.
En una línea similar se plantea “ocultar, pero no destruir”
las cerámicas encargadas y colocadas en honor a los
funcionarios municipales que murieron en la Guerra Civil y
que podrían destruirse de ser retiradas y tampoco quedarían
bien “con otras inscripciones de los funcionarios
represaliados por el Régimen dictatorial o con una
explicación alusiva a su existencia”.
Barceló sí entiende, sin embargo, que sería oportuno colocar
explicaciones referentes a su signifcado junto al Convoy de
la Victoria, más conocido como los pies de Franco, un
monumento de 1939 que “carce de valor y ha sido muy
maltratado”. “Si se desea mantener, lo lógico sería colocar
una placa en la que se explicara lo que conmemora con un
lenguaje actual y respetuoso con la Ley”.
Idéntica solución se propone para el mástil del Cañonero
Dato, que fue donado por el Ministerio de Marina.
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