El segundo récord histórico consecutivo de precipitaciones
registradas sobre la ciudad en 24 horas, que con toda
seguridad se batió ayer después de que el domingo se
rebasase el que llevaba vigente desde 1942, se cerró a
última hora de la tarde de ayer con 73 personas realojadas
en el pabellón polideportivo Antonio Campoamor y una ristra
interminable de actuaciones en prácticamente todos los
puntos de la ciudad a cargo de los medios movilizados tanto
por la Ciudad Autónoma como por la Administración General
del Estado, que tras elevar el Gobierno ceutí al nivel 2 de
emergencia la situación de riesgo se incorporaron al Centro
de Coordinación Operativa Integrado (CECOPI) encargado de
articular la respuesta.
Por segundo día consecutivo, Ceuta volvió a batir ayer su
récord histórico de precipitaciones registradas durante 24
horas, una marca que permanecía en 142 litros por metro
cuadrado desde 1942 y que el lunes se rompió tras 66 años
llegando a 188 litros los caídos sobre la ciudad entre las
7.00 horas del domingo y el lunes, según explicó ayer mismo
en declaraciones a este periódico el portavoz de la Agencia
Estatal de Meteorología (AEMET), Ángel Rivera.
Pero si el domingo fue duro en términos climatológicos la
jornada de ayer lo fue aún más desde que, poco después de
las cinco de la madrugada, un trueno estremecedor dio paso
de nuevo a una cadena de tormentas sin fin que se prolongó
hasta el mismo cierre de esta edición. El último dato
facilitado por las instituciones sobre el volumen de agua
caído sobre Ceuta ayer fue el del delegado del Gobierno, que
a media tarde habló de 233 citando fuentes de la
Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG, que eleva
las precipitaciones del lunes a 210 litros).
La única marca que quedó por batir fue la de precipitaciones
en una hora que se marcó el 3 de diciembre de 2004, cuando
se registraron 102 litros por metro cuadrado.
Ello no fue óbice para que el colapso volviese a dominar la
ciudad de punta a punta. El día amaneció con el anuncio de
la suspensión de las clases ayer y hoy del Ministerio de
Educación y la elevación al nivel 2 del nivel de riesgo por
emergencias por parte de la Ciudad y concluyó con más de 70
personas, un tercio de ellas menores de edad, realojados en
el polideportivo Antonio Campoamor, donde unidades militares
y Cruz Roja colocaron colchones y otros medios para
facilitarles el paso de la noche.
Afuera, desde primera hora efectivos de las Brigadas Verdes
de la FPAV, de Obimace, de las brigadas de los Planes de
Empleo de la Delegación, de empresas privadas como Elsamex o
Dragados esperaban a la intemperie que, tal y como estaba
anunciado, cesasen las precipitaciones para comenzar con las
tareas de limpieza, algo que no fue posible.
Al contrario que el domingo, cuando cesaron por la tarde,
los “fenómenos meteorológicos adversos”, como los describió
el delegado ante los medios, fueron ayer impenitentes, tanto
que pese al esfuerzo de los bomberos condenaron a parte de
Gran Vía y el Paseo de las Palmeras a pasar otras
veinticuatro horas sin luz, contratiempo que por la tarde se
extendió a todo el Príncipe Alfonso, aunque Fernández Chacón
no dudó en asegurar que los cortes del suministro se habían
solventado en todos los casos “en tiempo y forma”.
El delegado del Gobierno, como el comandante general
militar, se incorporaron ayer como miembros de pleno derecho
al Centro de Coordinacion Operativa Integrada (CECOPI) que
se constituyó en la Asamblea al pasarse del nivel de alerta
por emergencias mínimo al intermedio.
Colaboración institucional
“Durante estos dos días he hablado más con el presidente
Vivas que en los cuatro meses que llevo aquí”, destacó
Chacón a los medios resaltando una vez más la colaboración
institucional puesta en práctica. En ese contexto, la Ciudad
mantuvo ayer activos por segunda jornada consecutiva a todos
los efectivos vinculados a Protección Civil y a las
consejerías de Fomento, Gobernación, Medio Ambiente y
Sanidad, mientras que la Delegación recabó la asistencia de
la Unidad Militar de Emergencias (UME), que permanecía en
alerta desde el domingo.
En un tiempo “récord” a última hora de la tarde se completó
el despliegue de 133 efectivos y 30 vehículos que trabajarán
sin descanso en las zonas de acción prioritaria decretadas
por el CECOPI: San Amaro-Santa Catalina, Almadraba-Tarajal
(adonde primero se desplazaron), García Aldave-Benzú.
Una unidad más se dedicará a trabajar de forma “itinerante”
por toda la ciudad, que al final del día recuperó la
circulación por todas sus carreteras nacionales y
autonómicas, que permanecieron cerradas temporalmente en
todos los casos a causa de desprendimientos e inundaciones
puntuales.
Las autoridades tenían previsto mantener al menos hasta la
pasada medianoche el nivel de alerta meteorológico naranja
con previsión de que durante la jornada de hoy el estado del
tiempo mejore ostensiblemente.
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Chacón pedirá a Vivas una “reflexión” sobre cómo adoptar
medidas preventivas ante trombas de agua
Tras descartar Ceuta pueda ser
declarada zona catastrófica, una idea que al parecer pasó
por la cabeza del presidente Vivas, y esforzándose para que
no sonara a reproche, el delegado del Gobierno concluyó su
comparecencia de ayer ante los medios alabando la “respuesta
inmediata” de las dos administraciones a la situación creada
y adelantando que pedirá a Juan Vivas una vez pase el
momento de atender a las víctimas como única preocupación
“una reflexión sobre cómo podríamos adoptar respuestas
preventivas a este tipo de situaciones en el futuro”. Hasta
el momento la Delegación del Gobierno ni siquiera ha podido
iniciar el trabajo de evaluación de los daños causados en
espacios de reciente urbanización, como Playa Benítez, o en
el perímetro fronterizo, donde los 40 metros lineales de
valla caídos ayer sumados a los 140 del domingo totalizan ya
casi doscientos de desperfectos que tampoco han sido
cuantificados económicamente. “Es un trabajo que se hará,
pero ahora mismo la prioridad es ayudar a los perjudicados”,
dijo Chacón, que ayer recibió la solidaridad de “las más
altas instituciones del Estado”.
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