Aunque las transferencias procedentes de la Administración
General del Estado constituyen una parte fundamental de los
ingresos de la Ciudad Autónoma y algunas, como la
compensación por la recaudación del IPSI, crece año tras año
por encima de la inflación y ajena a cualquier accidente
económico, los termómetros del Ejecutivo ceutí en forma de
recaudación impositiva propia registraron ya hace un año “el
cambio de ciclo económico que se avecinaba”.
“Durante el último trimestre del año pasado la recaudación
de los tributos procedentes del Impuesto de Transmisiones
Patrimoniales, una de nuestras fuentes de ingresos
corrientes más importante que revela cuántas casas se están
vendiendo”, recuerda Márquez, “empezamos a notar un cierto
parón”.
Actualmente la merma en ese concepto llega ya al 30%, y
aunque no procede ahí la parte del león de los ingresos de
la Asamblea “con un Presupuesto anual de 290 millones de
euros una reducción de 7 u 8 millones es un descosido
importante que complica la elaboración de los Presupuestos”.
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