Si hubiera un premio para la aguja de oro tendría que
adjudicárselo esta caseta o, por lo menos, la madre de los
hermanos Escane, “porque ha sido mi madre la que ha hecho
todas las cortinas”, dice José. Si hubiera un premio al
tipo, también debería recaer en esta caseta, porque le han
sacado rendimiento y color a la canción del invierno, ‘¿Por
qué no te callas?’.
Uno accede a la calle de las casetas de noche desde la
puerta del real y le sorprende ver a un grupo de tíos con
las mismas camisetas: rojo tomate y con una pregunta en el
dorso, ¿por qué no te callas? Pero como no estamos en
carnaval, sino en la feria, ni aguja de oro, ni tipo ni ‘na’.
Copa, copa y copa. Esto es lo que quieren este grupo de
socios, formado por los hermanos Escane, José y Javi, además
de Antonio Olivares y Arturo Estechini.
Esta caseta tenía el año pasado otra denominación y otros
dueños. Solamente Estechini formaba parte de aquella
sociedad. El invento les saldrá rentable a la larga, aunque
por el momento han tenido días de crisis y otros de apogeo,
como la economía. Las noches del martes al miércoles y de
miércoles a jueves se encontraban en una situación parecida
a la de España, de ‘desaceleración’ económica; pero ayer,
hoy y mañana estarán con ellos las vacas gordas y, por lo
tanto, la buena producción. Se lo merecen, lo mismo que el
resto de casetas, pero esta ha sido ‘made in de la propia
casa’: “Nosotros hemos hecho el trabajo de carpintería,
hemos colocado las tablas y hemos pintado las chapas” que
conforman las paredes, explicó José Escane. Su hermano Javi
presumió del suelo de la caseta, “de madera, esto no lo ha
puesto ninguna caseta”. Que no se diga, márketing a la
española. A este local están invitadas personas de todas las
edades, pero especialmente se espera que lo visite gente que
supere los 25 años.
Se trata de otro refugio para quien ya ha vivido la etapa
del ‘depelote’. “Hemos invertido bastante dinero y esperamos
por lo menos amortizarlo en lo que nos queda de feria”,
decía Javi en la noche del miércoles. La decoración de la
caseta ha costado tres días de esfuerzo y muchos litros de
pintura: el suelo, de negro, ha costado 10 litros; mientras
que entre el rojo y el amarillo han hecho falta otros cinco.
¿Por qué no te callas?...
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