Mucho tiempo llevan viniendo a nuestras fiestas patronales
los que a los ojos de los más pequeños son la pieza clave
del entretenimiento.
Los dueños de los cacharros de feria para niños están algo
mosqueados este año porque notan que la participación de la
gente no esta siendo ni mucho menos la misma que la de años
anteriores por lo que el beneficio que los propios cacharros
obtienen son pocos. “Estamos en una situación que no podemos
hacer nada a que nosotros no podemos hacer que nuestros
precios bajen y las personas que vienen a disfrutar de la
feria hacen gasto un par de dias y con eso no tenemos ni
para empezar”. nos admiten que “posiblemente sea la crisis
de la que todos el mundo habla, pero resulta extraño ver
como a muchos el negocio les funciona bastante bien y a
otros nos va de una manera que no podemos decir sea
rentable”. El colectivo de feriantes está indiganado con
esta situación y tratara de exprimir sus horarios para
recaudar algo mas de dinero y poder asi financiar los costes
de su negocio. El problema se extiende hasta el punto en el
que algunos de estos cacharros aseguran que “de conocer esto
nos abriamos ahorrado el viaje y seguramente muchos de
nosotros el año que viene estén planteandose la posibilidad
de no venir”. Una situación incomoda para un colectivo de
trabajadores muy sacrificados que merecen algo más.
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