Los juicios que se han llevado y que se van a realizar en
Ceuta por desahucio en casas del Invifas están superando las
previsiones. Estas situaciones provocan que en muchas
ocasiones las familias busquen refugio en las autoridades de
la Ciudad o, incluso, en los medios de comunicación, ya que,
de buenas a primeras, ven peligrar una vivienda que
consideraban como propia y no saben cómo combatir a un
tsunami de ‘papeleos’ hasta entonces impensables.
Las viviendas del Instituto Militar de la Vivienda de las
Fuerzas Armadas (Invifas) o casas militares, como se las
conoce popularmente, dan cobijo a muchas familias en Ceuta,
procedentes de la Península en su mayoría. Son bastantes las
casas que existen en la ciudad destinadas para estas
personas: avenida Otero, Pabellones del Mixto, Puertas del
Campo, calle Ingenieros...
El año 1999 fue un punto de giro en la historia del Invifas.
A partir de aquí, según analiza uno de los abogados más
experimentados en este asunto -prefiere mantener el
anonimato-, la situación cambió. Aquellas familias que
hubieran accedido a una casa militar antes del año 1999
podían poseerla con carácter vitalicio; mientras, aquellas
familias que lo hubieran hecho en una fecha posterior,
tendrían que abandonar la vivienda una vez falleciera el
titular, es decir el militar.
Cada denuncia, cada proceso judicial es distinto. Pero todos
coinciden en una misma cosa, la dureza de la aplicación de
la ley. Apenas se ofrece un año de margen para abandonar la
vivienda desde que el Invifas manda la carta de desahucio.
“Normalmente no suelen equivocarse -por el Invifas-, porque
tienen los expedientes de todos los ocupantes informatizados
y en cuanto hay una irregularidad el ordenador se encarga de
comunicarlo y se tramita la orden de desahucio”. Pero la
aplicación está siendo demasiado exigente y deberían
buscarse fórmulas “más generosas”, que dieran al perjudicado
la posibilidad de rehacer su vida. “Pongamos cinco años, por
ejemplo. Mientras no haya nadie para ocupar la casa...”.
Sobre todo en Ceuta, una ciudad donde muchos domicilios
militares están deshabitados. Hay más oferta que demanda y,
aún así, se está aplicando la ley con una rigidez impropia.
“Yo pedí hace unos meses al Invifas que me informara de
cuántas casas militares estaban sin ocupar en Ceuta. Todavía
no me han respondido”. Y es que, este abogado sospecha que
una de las razones por las que se están tomando estas
medidas puede radicar en la idea del Invifas de subastar las
casas, algo que ya ha hecho en otras ciudades peninsulares
ante la cada vez menor presencia de militares. “Yo, incluso,
pedí como prueba que me dieran el número de viviendas vacías
y me lo denegaron, todavía no sé por qué”, dijo el abogado.
“Es preferible tener una vivienda ocupada, por la que te
están reportando, que tenerla vacía”. “Si están las casas
vacías flaco favor le estás haciendo a tu gente; no sé dónde
está la preocupación de Defensa”. Solamente, este abogado,
maneja en Ceuta más de diez denuncias, algo que provoca
desconfianza hacia Invifas.
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La recuperación de una ley de 1943 daría a los desahuciados
la posibilidad de seguir en sus casas
Una ley de 1943 podría dar a los
desahuciados por el Invifas la posibilidad de continuar en
sus casas durante un tiempo prolongado. Sólo habría dos
problemas. El primero, que serían obligados a irse en el
momento en el que una familia con pleno derecho no tuviera
más remedio que ocupar esa casa. Segundo, la situación de
desasosiego que se produciría. “Yo rescaté una ley de 1943,
donde había una situación que llamaban de precario; gente
que no tenía vivienda y a las que le daban la posibilidad de
ocupar casas vacías, con una condición, en el momento que
llegara alguien con más derecho que tú, tendrías que
marcharte”. Si por ejemplo hay en Ceuta 100 viviendas y solo
50 están ocupadas, “yo le dejo a usted que siga ocupando la
suya, pero en el momento que llegue alguien con mejor
derecho y no haya viviendas para él, entonces se van ustedes
a la calle. Me parece más justo”. En la calle Escuelas
Prácticas desalojaron a muchos militares y gente que no era
del gremio ocupó esas casas, sin que nadie los haya echado.
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