No pudo ser. La ilusión de la AD Ceuta por lograr el ascenso
se diluyó en Montilivi, cual azucarillo en vaso de agua. Y
es que los ceutíes tenían de su parte todo para lograr el
salto de categoría, pero fue insuficiente para doblegar a un
Girona que fue mejor en el cómputo global de la eliminatoria
y que contó con el apoyo de un público incondicional que lo
llevó en volandas.
Los blancos fueron valientes, tanto como los 400 seguidores
ceutíes que se citaron para apoyar a su equipo. Pero no
contaron con que los catalanes son un conjunto con pegada,
tanta como la demostrada en la previa por la selección
española. Y es que, como sucedió en la Eurocopa, la marea
roja se impuso, esta vez en contra de los intereses
caballas.
A pesar de todo los de Benigno Sánchez tuvieron su
oportunidad en tiempo añadido, cuando Javi Navarro se
encontró un balón suelto que perfectamente pudo acabar en el
fondo de las mallas. Un tanto que hubiera supuesto el 1-1
que a la postre hubiera significado el ascenso para el
Ceuta. Pero no era el día de los blancos y, escasos segundos
después de eso, la afición rojiblanca saltó al terreno de
juego para festejar un ascenso que los suyos supieron
ganarse sobre el verde.
Como hicieron al término del envite el técnico murciano,
Benigno Sánchez, y el presidente de la AD Ceuta, Felipe
Escane, queda felicitar a los gerundenses y lamentar lo que
pudo haber sido; un sueño que se rozó con la punta de los
dedos. Al igual que a ellos, también hay que felicitar a
quienes han devuelto la ilusión a la afición caballa, y
pensar en la próxima temporada. Cuando, quizás, el fútbol le
dé a la AD Ceuta lo que le debe.
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