No parece que la convocatoria de huelga indefinida a partir
del 1 de junio en Buquebús y Balearia haya hecho meditar a
las empresas, que ayer llevaron a cabo el despido de dos
trabajadores más, con lo que ya suman nueve.
Ambos empleados –uno de Balearia y otro de Buquebús– fueron
ayer citados en Algeciras, donde confirmaron las malas
noticias: despido improcedente.
Mientras, la Federación de Transportes, Comunicaciones y Mar
de UGT-Ceuta presentó ayer el preaviso de huelga indefinida,
que, si las cosas siguen así, indudablemente comenzará a las
doce de la noche del próximo día 1.
El secretario general de la Federación de Transportes,
Comunicaciones y Mar de UGT, Ramón Sánchez, afirmó ayer,
tras conocer los dos nuevos despidos, que “tememos mucho que
la cosa no quede aquí, que se puedan producir más en un
breve plazo de tiempo”.
“Aducen motivos comerciales en los despidos de Balearia y
económicos en los de Buquebús”, explicó el secretario
general de la Federación de UGT, “pero realmente no sabemos
qué ocurre en la empresa, porque no se han dado
explicaciones a los comités de empresa; se ha actuado de
forma totalmente unilateral”.
De hecho, Sánchez sospecha que detrás de todo hay una
“regulación de empleo encubierta”, en tanto que para
despedir a 30 trabajadores tienen que pasar por una
regulación y “prefieren ir despidiendo poco a poco”.
Asimismo, varios de los empleados despedidos pusieron ayer
en conocimiento que han recibido consejos por parte de los
jefes de Oficina –instados por el responsable de la Línea en
Ceuta, Manuel Rejano–, para que no acudiesen a la reunión de
trabajadores que UGT convocó para explicar la convocatoria
de huelga. “Hubo personal de Balearia que no asistió por
miedo”, aseguraron.
El secretario general de UGT en el sector recordó que cuando
Balearia llegó al Estrecho “vendió la moto de que traía el
buque insignia, el Federico García Lorca; lo tuvo cuatro
días en Ceuta y luego trajo los peores barcos”.
Guerra con Acciona
En opinión de Sánchez, Balearia vino al Estrecho “a por los
millones de euros de la línea de interés público”, por lo
que entró en una guerra comercial con Acciona que no pudo
soportar”.
Ahora, el representante ugetista cree que el presidente de
la compañía, Adolfo Utor, esté sopesando la idea de
abandonar la línea una vez que el contrato de la línea de
interés público se adjudicó a Acciona. De hecho, Sánchez
lamenta las condiciones en que tiene a sus trabajadores, que
se rigen por el Convenio de Agentes de Aduanas, que no tiene
nada que ver con las funciones que hacen.
Así, el delegado sindical denunció que en la empresa “tiene
marineros trabajando 13 y 14 horas seguidas y durmiendo en
las butacas”, e incluso recuerda que “un camarero estuvo
trabajando amarrando el barco”.
Utor es, según Sánchez, un empresario “muy
presidencialista”, a quien se atribuye la frase: “El
sindicato soy yo”.
“No sólo es que haya instalado el mileurismo en la línea,
sino que debe dinero por horas extra, nocturnas y
descansos”, manifestó, por su parte, uno de los trabajadores
despedidos.
“Y la opinión pública se dio cuenta de todo esto, porque los
viajeros, si podían, no montaban en Balearia”, concluyó el
ex empleado de la controvertida naviera.
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“El lunes parece ser que van a ir a la calle tres empleados
más”
El secretario general de la
Federación de Transportes, Comunicaciones y Mar de la Unión
General de Trabajadores (UGT) en Ceuta, Ramón Sánchez,
adelantó que “con toda probabilidad, el lunes la empresa
hará efectivos tres despidos más”. Asimismo, el secretario
general de la Federación de Transportes, Comunicaciones y
Mar de UGT lamentó las formas en las que se han producido
algunos de los despidos, ya que “uno de los trabajadores
estaba de baja, dos parecen haber sido represaliados por ser
delegados sindicales y a otro le hicieron interrumpir sus
vacaciones para, cuando llegó, comunicarle el despido y
darle el finiquito”.
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