Nada que no sea una conversación directa entre la ministra
de Defensa, Carme Chacón, y el presidente Vivas en la que
esta le detalle “cómo afectará al final de cada semestre el
Plan de Transición de las Fuerzas Armadas a Ceuta” calmará
la insaciable sed de información al respecto del Gobierno
autonómico, que ayer volvió a advertir “contradicciones”
entre la información que suministró el lunes la Delegación
del Gobierno en Ceuta (que la plantilla real del Ejército en
la ciudad seguirá creciendo de aquí a finales de 2010 a un
ritmo superior al 10%) y sus propias fuentes entre los
familiares de los militares aquí destinados, que elevan a
151 el número de oficiales y suboficiales que pasarán a la
condición de disponibles en julio.
“Seguimos pensando que el Plan debe quedar en suspenso hasta
que se aclaren todos sus extremos, incluido el número de
personas que perderán su destino actual y el número de
vacantes de nueva creación o preexistentes que podrán
ocupar”, reiteró Bel, que lamentó que Chacón no haya
respondido aún la petición de una entrevista directa que le
transmitió Vivas nada más ocupar su cargo.
Al mismo tiempo que Bel decía eso Imbroda anunciaba desde
Melilla que él y su homólogo ceutí enviaron ayer mismo otra
misiva a Zapatero con el mismo recado. Entretanto responde
La Moncloa la Ciudad se ha encargado de hacer llegar a todos
los Grupos Parlamentarios del Congreso el Acuerdo Plenario
que con los únicos votos del PP aprobó la Asamblea en su
última Sesión para que lo tengan presente cuando Chacón
comparezca ante ellos en breve.
Ayer, en Sala de Prensa, Bel criticó que la Delegación
asegurase en su nota del lunes que los efectos del Plan
sobre la economía ceutí serían positivos “sin ningún informe
que sostenga esa afirmación”, aunque reconoció que la Ciudad
tampoco tiene ninguno para decir que serán negativos.
“Este proyecto es una decisión política y es la ministra
quien puede y debe paralizarlo y entablar un contacto con el
presidente”, indicó Bel, quien negó que la Ciudad haya dado
apoyo logístico o económico a las familias afectadas para
movilizarse. La Comandancia General, mientras tanto,
mantiene su cómodo silencio institucional cómplice sobre la
aplicación del citado Plan en Ceuta.
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