Federico Cubelta Graña tiene 61 años y es miembro desde hace
dos de la asociación gay lésbica ‘Ojalá’ de Malaga, donde se
realizan “bastantes cursos y actividades complementarias” en
torno a la educación sexual, “una formación que puede
ahorrar muchos problemas para los jóvenes que se inician”.
Uno de los centros donde el colectivo entró para informar
sobre sexualidad fue la Universidad de Málaga. “Cuando hace
tres años entramos en las aulas lo pasamos realmente mal,
porque los alumnos nos señalaban con el dedo y nos dedicaban
piropos como maricones” y llegó un momento en que fueron
vetados, dado que los profesores opinaban que “íbamos a las
aulas a corromper a la juventud”. Sin embargo, no
desistieron.
Y actualmente realizan “dos o tres charlas al año” en este
emplazamiento para prevenir a los jóvenes sobre la necesidad
de poner los medios de anticoncepción y protección adecuados
antes de comenzar con el encuentro sexual. Cubelta considera
que “este tipo de formación es muy importante” sobre todo en
los primeros años de la enseñanza universitaria, “momento
del salta de COU a la educación Superior”, debido a que es
una “edad de curiosidad y dudas”, donde los métodos de
protección quedan en un segundo plano porque “no es una
época en que se mediten estas cosas con cabeza”.
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