La plataforma ciudadana ‘Manzana Cultural’ comenzó ayer a
recoger firmas en el Hotel Ulises en un acto en el que
Francisco Luis Jiménez dio lectura al manifiesto con el que
tratarán de “concienciar con la palabra” a los ceutíes de
que deben “ejercer su responsabilidad como ciudadanos” para
instar a la Ciudad “a reconsiderar su decisión de trasladar
el Mercado Central de Abastos a la Manzana del Revellín, de
manera que se preserve la concepción original del proyecto.
La plataforma ciudadana ‘Manzana Cultural’ inició ayer con
un acto en el que se reunieron cerca de 100 personas en el
Hotel Ulises su recogida de firmas para “instrar al Gobierno
de la Ciudad a reconsiderar su decisión [de llevar el
Mercado a la obra de Siza], de manera que se preserve la
concepción original del proyecto, asignando a la Manzana del
Revellín un uso exclusivamente cultural”, según reza el
último párrafo del manifiesto que Francisco Luis Jiménez se
encargó de leer junto a otras cuatro caras anónimas o
semianónimas representantivas de os sectores docente,
cultural y social local.
Tras las cámaras estaban los padrinos de la iniciativa,
dirigentes de todos los partidos políticos de la ciudad
excepto el PP (se dejaron ver Mohamed Ali, Inmaculada
Ramírez, José Antonio Carracao, Juan Luis Aróstegui...), los
sindicatos mayoritarios y diferentes entidades sociales.
Precisamente en estas últimas fue en las que Jiménez dejó
recaer el peso de su movimiento: “Este no es un proyecto de
partidos políticos y sindicatos, sino de un sinfín de
entidades sociales y vecinales”, advirtió Jiménez, quien
remarcó que “este no es un proyecto de nadie, sino de
todos”.
A partir de hoy mismo la plataforma, que distribuyó varios
lazos color “manzana pura” (un verde pálido muy similar al
de las golden de invernadero), comenzarán a recoger firmas
en las distintas sedes de cada una de las organizaciones que
aglutina la plataforma.
“Queremos concienciar con la palabra a los ceutíes”, dijo
Jiménez, “para que ejerzan su responsabilidad como
ciudadanos porque no nos mueve un interés particular, sino
uno común de todos para que Ceuta tenga un lugar que palíe
nuestras carencias culturales actuales”.
El manifiesto, redactado en un tono lo bastante suave como
para ser suscrito por militantes y simpatizantes de
cualquier partido, se resume en que “no se puede frustrar la
ilusión que todos los ceutíes teníamos en disfrutar de la
Manzana del Revellín como un Centro Cultural”.
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