Capitanía Marítima espera que, una vez que la gabarra
algecireña extraiga las dos toneladas que quedan en el
mercante egipcio, hoy comience a trabajar la pontona
onubense que se encargará de retirar al menos el 10% de la
carga de bobinas metálicas que lleva el buque y que están
situadas en una bodega “completamente agrietada e inundada”.
A continuación, y con el estudio del fondo marino que se ha
realizado, se intentará reflotar el barco y remolcarlo a
puerto.
El equipo de operaciones especiales de Salvamento Marítimo,
dependiente del Ministerio de Fomento a través de la
Dirección General de la Marina Mercante dio ayer por la
tarde virtualmente por concluidos los trabajos de extracción
de las aproximadamente 100 toneladas de hidrocarbunos que
finalmente llevaba en sus tanques el mercante egipcio ‘Al
Zahraa’ que el viernes encalló en los isleros de Santa
Catalina por razones aún desconocidas.
La gabarra algecireña ‘Guenda’, que el martes retiró 40
metros cúbicos de fuel de los tanques dañados del buque
antes de verse obligada a abandonar las tareas por las
inclemencias meteorológicas, reanudó ayer a mediodía estos
trabajos en los tanques de diario y sedimentación de la
cámara de máquinas del barco, que permanecían “intactos”
tras el encallamiento. De ellos salieron cerca de 70 metros
cúbicos más de combustible según informó la Delegación del
Gobierno.
Todas estas operaciones han estado coordinadas por el amplio
equipo de técnicos de la compañía holandesa de salvamento
Svitzer Wijsmuller Salvage, contratada por el armador del
mercante egipcio, bajo la supervisión directa de Capitanía
Marítima de Ceuta, que ayer volvió a restar trascendencia al
fuel vertido al mar anteayer que denunció Ecologistas en
Acción y Septem Nostra.
Retirada de la carga
El plan de trabajo previsto para hoy contempla que una vez
que sea extraídas las dos toneladas de fuel que aún quedan
en el barco entre por fin en acción la pontona ‘Pinesa
Tercero’ llegada a Ceuta el lunes para aligerar parte de la
carga de bobinas metálicas que porta el ‘Al Zahraa’.
En concreto, y siempre que las condiciones meteorológicas lo
permitan [la pontona no tiene movilidad propia y debe ser
arrastrada por remolcadores] las autoridades desean extraer
del barco las 30 bobinas metálicas, cada una de las cuales
pesa 20 toneladas [600 toneladas, el 10% del total], que se
encuentran en una bodega del buque que está “agrietada e
inundada”.
La compañía holandesa realiza desde ayer un estudio del
fondo marino de la zona donde embarrancó el buque (una
batimetría) para determinar cuál sería la mejor forma de
aligerar la carga e intentar remolcar el barco para
reflotarlo. “El objetivo de todos los trabajos que se están
realizando reside en aligerar el barco para reflotarlo y
remolcarlo después”, concretó la Delegación del Gobierno.
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