El fast-ferry ‘Pacífica’ de la compañía naviera Euroferrys
fue registrado a fondo hasta en dos ocasiones durante el día
de ayer, tanto en su interior como en su exterior, por los
agentes de la Guardia Civil encargados de la vigilancia de
los puertos de Algeciras y Ceuta a causa de dos incidentes
que al final no tuvieron mayor trascendencia “pero que
demostraron el alto nivel de seguridad existente en ambos
puertos”, según destacaron fuentes portuarias y policiales.
El primero de los registros se produjo pasada la medianoche
de ayer, cuando el capitán del buque se personó en las
dependencias aduaneras de la Guardia Civil en la Autoridad
Portuaria de la Bahía de Algeciras (APBA) manifestando que
en la rotación efectuada a las 22.40 horas desde la ciudad
autónoma habían sido localizados tres inmigrantes marroquíes
indocumentados portando trajes de neopreno.
Según la versión de la Benemérita, los tres individuos, que
carecían de cualquier tipo de documentación, se
identificaron como S. B., M. H. y M. S.. Todos ellos son
naturales y vecinos de Castillejos, tienen 19 años y habrían
accedido al barco “a través de los water-jef del mismo”.
Ante la peculiaridad de la situación y como medida
preventiva [toda España se encuentra en alerta
antiterrorista nivel 2 desde que comenzó el juicio por los
atentados del 11-M] la Guardia Civil decidió efectuar “un
reconocimiento tanto interior como exterior del buque para
poder determinar el punto concreto de acceso utilizado”.
Finalmente, del resultado del registro se concluyó que los
tres jóvenes inmigrantes debieron introducirse en el fast-ferry
a través de sus water-jef, tecnicismo con el que se conoce
la zona donde se encuentra el punto de propulsión de sus
motores, por lo que los marroquíes debieron colarse por
ellos mientras el barco permanecía parado en la ciudad
autónoma.
Comportamiento “sospechoso”
Diez horas más tarde, mientras concluía el embarque de los
pasajeros que iban a viajar a Algeciras en la rotación de
este mismo ferry que iba a partir de Ceuta a las 10.30 horas
de ayer, el deseo de un pasajero marroquí de abandonar el
barco cuando ya había aparcado en su interior su vehículo
llevó a la Guardia Civil a registrar de nuevo el buque, en
este caso en los muelles de la ciudad autónoma.
Según fuentes portuarias y policiales consultadas por este
periódico el comportamiento aparentemente sospechoso del
pasajero se debía, en realidad, a que no se había percatado
hasta ese momento de que la Carta Verde del seguro de su
automóvil estaba caducada, por lo que no le servía para
circular con su coche por territorio español. No obstante, y
como medida preventiva, perros del servicio cinológico de la
Benemérita y efectivos de los Grupos Especiales de
Actividades Subacuáticas realizaron una nueva revisión
exhaustiva del buque, que fue desalojado y suspendió su
rotación alegando “razones técnicas”.
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