Con cierta sorpresa por el contenido del anuncio, el
presidente de la Asociación Septem Nostra, grupo de
referencia en materia medioambiental a nivel local, José
Manuel Pérez Rivera, recibió ayer la posibilidad de
establecer algún mecanismo de cogestión de los residuos
ceutíes con Marruecos como “una buena idea”.
Pérez Rivera se mostró especialmente optimista en cuanto a
las posibilidades no sólo de aprovecharlo, sino incluso de
hacer negocio a través del país vecino con los residuos
orgánicos, que podrían ser reutilizados en los terrenos
agrícolas “que sí hay en el país vecino y que aquí no
tenemos, por lo que no podríamos utilizarlos en todo su
potencial”.
El portavoz de la asociación recordó, eso sí, que para poner
en marcha un sistema de esas características la ciudad
debería contar con una planta de tratamiento de residuos y
un mecanismo efectivo de recogida selectiva de basuras que
facilite el compostaje posterior de la materia orgánica.
“En Córdoba”, puso como ejemplo, “se ha conseguido reducir a
la mitad el total de deshechos que llegan a la fase de
eliminación y no pueden ser reciclados, así que ese volumen
tan importante, si por nuestra situación y tamaño no podemos
usarlo, sí podría servir para abrir un mercado al otro lado
de la frontera y generar riqueza para la ciudad”, defendió.
Pérez Rivera se mostró satisfecho con el encuentro que pudo
mantener junto a su compañero de Septem Nostra Óscar Ocaña
con Narbona, una cita en la que la ministra les dejó “una
muy buena impresión”. “Fue una toma de contacto pero tuvimos
la oportunidad de tratar varios temas de interés”, apuntó
Pérez.
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