El presidente de la Federación de las Asociaciones de Madres
y Padres de Alumnos (FAMPA), Francisco Cuesta, también
coincide con Comisiones Obreras en señalar que el Ministerio
de Educación está poniendo en marcha varios programas para
paliar la situación, es decir, que se están tomando medidas.
Sin embargo, notan “una cierta carencia en el apoyo a las
familias, donde nace el fracaso escolar”.
Cuesta considera que un buen entorno familiar es
imprescindible para un buen desarrollo educativo y
consecuentemente, resultados académicos. “Da igual el
trabajo que tenga una persona, si tiene un trabajo estable
eso repercutirá en que se preocupe de todos los asuntos
familiares con un nivel de responsabilidad elevado y si no
existe esa situación difícilmente se va a poder preocupar de
otras cosas que no sea la situación económica en la que
vive”, explica. El presidente de la FAMPA insiste en
solicitar ante esta situación un “apoyo adicional a las
familias en el área laboral” y elogia la labor de las
escuelas de alfabetización para adultos así como las
escuelas de padres, que en su opinión, se “están
desarrollando casi exclusivamente” gracias a la colaboración
de las asociaciones de padres y madres con la federación.
Los padres y madres ceutíes tienen una sensación más que de
fracaso de “falta de éxito”, según Cuesta, quien solicita
que los programas de ayuda a los alumnos con dificultades,
como el de acompañamiento se extienda al 70 por ciento del
alumnado ceutí “el índice de fracaso que tienden a dar estas
estadísticas o no se va a conseguir gran cosa”. Por lo
pronto, los progenitores ya tienen claro que la universidad
no es la única opción para sus hijos sino que los ciclos
formativos son una salida más que interesante.
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