La naviera Buquebús no ha cumplido con los usuarios en
función de la acomodación proporcionada a los mismos y, por
tanto, puede verse abocada a diferentes denuncias vía
consumo en los próximos días.
Como consecuencia de la promoción realizada con los
‘Buquefaros’ donde se publicitaba con cierta profusión en
medios de comunicación la gratuidad de los pasajes, mediante
cupones, “...y en clase Vip”-decía el mensaje-, se esperaba
el cumplimiento del trato y prestación del servicio derivado
de la acomodación en la que supuestamente debían viajar los
poseedores de los famosos ‘cupones’. Sin embargo no ha sido
así.
A lo largo de 2006, presuntamente, ni un sólo
viajero-usuario del servicio asumido por los ‘cupones’ de
referencia, ha dispuesto de las ventajas del trato que
supuestamente es inherente a la condición de VIP.
Básicamente porque ninguno habría viajado nunca en las
acomodaciones de esa categoría; pero aunque hubieran
querido, tampoco lo hubieran podido llevar a cabo:
fundamentalmente porque en el barco bautizado con el nombre
de ‘Patricia Olivia’ no existe esta acomodación. Aún así
tanto en los billetes como en las tarifas aplicadas para su
presentación ante la Dirección General de la Marina
Mercante, figuraban los precios de la citada acomodación,
como se podrá apreciar en la página cinco. Lo que se
traduciría en un presunto fraude a la Hacienda Pública que
es fundamentalmente lo que se encuentra investigando el
Estado. De hecho, una de las medidas que puede llevar a cabo
la Administración Central es la de paralizar las
bonificaciones hasta tanto Buquebús esclarezca estas
prácticas
Sólo en las últimas semanas, y como consecuencia de la
notoria y pública situación sobrevenida ante estas prácticas
-presuntamente fraudulentas-, la naviera comenzó a realizar
una serie de movimientos destinados a encauzar, al menos,
este ‘contratiempo’. La primera medida, por poner un
ejemplo, fue la de no cobrar las consumiciones a los
pasajeros que presentaban el cupón VIP. Durante meses se
estuvo cobrando estas consumiciones. Además, dado que no
podían explicar convincentemente estos extremos, iniciaron
un cambio en la publicidad aportando el dato de: “Clase Club
con tratamiento de VIP”, como bien se reflejaba con
posterioridad en la publicidad insertada.
Pero aún más, ante la imposibilidad de absorver el ingente
número de billetes emitidos, la naviera fue acomodando a los
usuarios en clase Turista. Y para ello, en los billetes
estampillaban un sello con la conformidad del cliente para
el cambio de acomodación. Sin embargo, este cambio al
usuario, no tenía puntual reflejo en el billete emitido que
contaba previamente con la tarifa de ‘Club’ y con la
bonificación estatal del 50% en relación al precio de esa
concreta ‘clase’.
El Estado investiga.
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Las liquidaciones al Estado se presentan cada tres meses
El artículo 11 del Real Decreto
1316/2001 de 30 de noviembre que regula la bonificación en
las tarifas de los servicios regulares del transporte
marítimo para los residentes de la Ciudad Autónoma de Ceuta,
dice que las “liquidaciones de las subvenciones se
efectuarán por trimestres naturales vencidos, mediannte
certificación expedida por las empresas que servirá de
justificante al mandamiento de pago”.
“La certificación deberá expresar el número de pasajeros
embarcados por cada línea, clasificados en tantos grupos
como tarifas cobradas se utilicen”.
En cuanto a la responsabilidad de las empresas navieras,
según refleja el Real Decreto, se menciona expresamente que
“las empresas navieras y las agencias de viaje responderán
del cumplimiento de los requisitos establecidos en este R.D.
en cuanto les sea de aplicación”. “Las empresas navieras
comprobarán periódicamente, en el momento del embarque, la
identidad de la persona cuyo nombre figure en el billete,
con su DNI, independientemente de la comprobación que se
pueda llevar a cabo por la Administración”. La
investigación, tras el informe de la Abogacía del Estado
podría estar ya en la Fiscalía.
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