El espíritu de colaboración entre el Partido Socialista y el
Partido Popular ha quedado patente ante la consecución del
85 por ciento del borrador del futuro Estatuto de Autonomía
de Ceuta. A pesar de los “problemas de agenda” de los
líderes de ambos partidos, las reuniones han ido dando forma
a un texto que podría ser la llave de la conversión de Ceuta
en Ciudad Autónoma.
La secretaria general del PSOE de Ceuta, María Antonia
Palomo, consideraba recientemente que “es una condición
imprescindible, ya que se trata de un acuerdo plenario, que
haya unanimidad en la aprobación del borrador del Estatuto”,
aseveró la responsable socialista de cuyo grupo surgió la
propuesta de que este estatuto fuera aprobado con el
consenso total de los partidos políticos, propuesta con la
que todos los grupos estuvieron de acuerdo.
Unanimidad y consenso
Las últimas declaraciones de Palomo en torno a la reforma
estatutaria de la Ciudad Autónoma pasan por afirmar que la
unanimidad y el consenso son absolutamente necesarios “por
nuestra especificidad geográfica y demográfica, por nuestra
singularidad y porque un Estatuto de Autonomía debe reunir
las características y la ideosincrasia de cada pueblo”. “No
se puede ahora sacrificar el consenso por la prisa. La
imagen que debe quedar de este proceso es una afirmación
unánime”, explicó Palomo.
María Antonia Palomo entiende que el consenso es fundamental
para lograr la cohesión social de los ciudadanos y siguiendo
esta máxima, cree que deben incorporarse igualmente las
aportaciones de otros grupos y agentes sociales, además de
las lógicas posturas de los grupos con representación en la
Asamblea, “que hablan con la voz de los ciudadanos que les
votaron”.
Objetivo
María Antonia Palomo aseguró que su objetivo y el de su
partido es acometer la reforma del Estatuto de Autonomía y
que su método será siempre el diálogo y el consenso, “dentro
del marco jurídico de la Constitución”. El trabajo realizado
en los últimos meses es una prueba de que tanto Partido
Popular como el Partido Socialista han mostrado voluntad
política para llevar a buen puerto la reforma del Estatuto
que podría estar en pleno trámite en Madrid antes de que
finalice el presente año.
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