El presidente de la Ciudad y la consejera de Medio Ambiente
visitaron ayer las instalaciones de la Planta de
Transferencia de Residuos, situada en el monte Hacho, para
ver la nueva maquinaria trituradora desfibradora que se ha
adquirido para deshacerse de palés y material de poda.
Con este nuevo aparato se pueden triturar 60 metros cúbicos
de material en una hora, lo que supone, más o menos la
capacidad de un contenedor.
Vivas ha destacado el servicio que esta planta de
tratamiento y transferencia de residuos presta a la
ciudadanía y ha asegurado que se atienden todos los residuos
que Ceuta genera “sin crear un impacto medioambiental
negativo” y que estos son transferidos a la Península
utilizando los medios adecuados. Con esta máquina
trituradora, los residuos se reducen a una tercera parte y
se soluciona el problema que hacía que ocupasen un gran
volumen y no tuviesen demasiado peso al ser trasladados a la
Península. Carolina Pérez no descarta que, en un futuro, los
residuos puedan aprovecharse como abono.
Al inicio de su actividad, la planta trataba 30.000
toneladas de residuos y ahora esa cifra casi se ha duplicado
ya que el volumen de trabajo alcanza ya las 52.000
toneladas. El coste total de la operación de tratamiento y
transferencia de residuos le supone a las arcas públicas un
gasto anual de 4,8 millones, de los que la Ciudad aporta
tres millones de euros.
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