Yolanda Bel, como portavoz del Consejo de Gobierno,
respaldó, ayer, la ausencia de policía local en el interior
del autobús que cubre la polémica línea 8 porque podría
suponer “una provocación” social tras los últimos altercados
sucedidos a la hora de salida de los institutos. Con el
objetivo de evitar mayores incidentes, el control de
seguridad del servicio en hora punta (de 14 a 15 horas) ha
quedado en manos de la brigada cívico social y la vigilancia
de la autoridad policial se está limitando a cubrir el
tránsito en carretera del vehículo.
La problemática con la línea 8 fue analizada en el seno del
Consejo de Gobierno ante la preocupación general a que
vuelvan a repetirse los acontecimientos de los últimos días.
La consejera de Bienestar Social quiso resaltar que la
Policía Local está “pendiente” de la línea 8, pero la
necesidad de calmar los ánimos ha marcado la determinación
gubernamental de no añadir vigilancia policial en el
interior del autobús.
El servicio que cubre la línea plaza de la Constitución-
Príncipe Felipe se realiza cada treinta minutos
aproximadamente. Un total de cuatro vehículos, dos en
dirección a las barriadas y otro par hacia la zona centro,
mantienen, de momento, su ritmo.
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