El Estatuto de los Trabajadores Autónomos es todo un impulso
para los más de 850.000 autónomos y autónomas menores de 35
años, y una gran oportunidad para muchos jóvenes, que sin
duda se animarán a hacer realidad sus proyectos y sueños a
partir de su aprobación.
Con la firma de este acuerdo se consolida la firme apuesta
del Gobierno y del PSOE a favor de los emprendedores y
emprendedoras de nuestro país. Una apuesta que ha
beneficiado especialmente a los y las jóvenes. El Estatuto
del Trabajador Autónomo es una nueva apuesta a favor del
empleo estable, y de la seguridad laboral de todos los
trabajadores y trabajadoras, como ya lo ha sido la Reforma
Laboral para los trabajadores por cuenta ajena. La situación
de precariedad entre los trabajadores autónomos resultaba
insostenible, y suponía un freno para el autopempleo y la
economía social. Reconocer los derechos y deberes de los
trabajadores autónomos es uno de los compromisos adquiridos
en el debate de investidura por el presidente del Gobierno,
pero además es una necesidad, que incide en la reparar una
situación injusta que afecta a millones de trabajadores y
trabajadoras, para los que algo tan común como tener un hijo
o someterse a una operación quirúrgica podía convertirse en
un acontecimiento ruinoso.
Motor económico
El fomento del autoempleo es una importante apuesta por un
presente y un futuro mejor. Los y las jóvenes trabajadores
autónomos de hoy pueden convertirse en el motor de la
economía del futuro, sin olvidar la capacidad de este sector
para generar empleo de calidad y ser fuente de riqueza.
Pero para conseguirlo necesitan políticas eficaces de
fomento del autoempleo, y en este sentido el Gobierno lo
está haciendo bien, como demuestra el hecho de que en los
últimos dos años se hayan dado de alta como autónomos y
autónomas más de 60.300 jóvenes entre 16 y 35 años.
Este aumento en el número de jóvenes emprendedores se debe,
principalmente, a las medidas de fomento del empleo autónomo
de jóvenes, entre las que podemos destacar la bonificación
de las cuotas para jóvenes menores de 30 años de edad y
mujeres menores de 35 que inicien una actividad como
autónomos, en una cantidad fija de aproximadamente 51 por
ciento por beneficiario y mes durante los primeros 24 meses.
Esta medida benefició a lo largo del año 2005 a 45.986
autónomos jóvenes.
Políticas de autoempleo
Para finalizar, también queremos destacar de la política de
fomento del autoempleo puesta en marcha por el Gobierno,
medidas aprobada en 2006 para favorecer la vuelta a la
actividad de las trabajadoras autónomas que hayan cesado
como consecuencia del nacimiento de un hijo, que sin duda
benefician principalmente a emprendedoras jóvenes, para las
que la maternidad ya no tiene que significar el fin de su
vida laboral
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