El Urbanismo es una de las materias sobre las que la Ciudad
ha volcado gran parte de sus esfuerzos en esta negociación y
es al mismo tiempo donde más recelo ha mostrado el
Ministerio de Administraciones Públicas.
El primer paso entre ambas partes fue la aceptación de que
la aprobación del Plan General de Ordenación Urbana, sus
revisiones y las modificaciones que afecten a todo aquello
que signifique ordenamiento general y estructura del
territorio debe ser competencia de la administración general
del Estado.
A partir de esta premisa, la Ciudad de Ceuta planteó que
para una agilidad en la toma de decisiones que afectan a la
inversión, la vivienda y el empleo “la aprobación de los
instrumentos de segundo nivel como los planes especiales o
parciales fueran competencia de las dos ciudades autónomas”,
según confirmó Vivas.
Para que en adelante se contemple esta opción la Ciudad
pidió la supresión de uno de los párrafos de la Disposición
Adicional Tercera del proyecto de Ley del Suelo.
La propuesta, que fue calificada por el presidente de la
Ciudad como “prudente, responsable y de consenso”, dejaría a
Ceuta, según este, “en una situación parecida a la que
teníamos en 1976 antes de ser ciudad autónoma”. Ceuta, por
tanto, aspira en materia de Urbanismo a tener las mismas
capacidades que las que tienen en España los ayuntamientos
de las ciudades de más de 50.000 habitantes.
El MAP pide tiempo
La posición finalmente adoptada por las ciudades autónomas
sobre las competencias en urbanismo recibió una respuesta
inesperada para Ceuta y Melilla, la de solicitar algo más
tiempo para seguir estudiándola.
Literalmente el Ministerio de Administraciones Públicas
afirmó: “Habida cuenta de que se plantea una cuestión hasta
la fecha no contemplada así como la complejidad derivada de
las demás cuestiones se considera necesario un análisis más
detallado antes de proponer una respuesta”.
Vivas mostró su perplejidad por que tras un mes de análisis
“la respuesta del MAP es que no hay respuesta”. La petición
de seguir estudiando las opciones planteadas no fue
compartida por el gobierno de la Ciudad y en ese sentido lo
expresó su presidente, Juan Jesús Vivas.
El urbanismo será una de las asignaturas pendientes para las
próximas reuniones y el trabajo para recuperar esta materia
asumida por el Estado en 1999 tras la llegada del GIL al
poder en Ceuta y Melilla será arduo.
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