Alfredo Surroca, presidente de la comisión de cultura de la
Real Liga naval Española, impartió ayer una charla sobre el
cartógrafo ceutí más célebre de la edad media: Al-Idrisi
(1100-1166). Una personalidad de la que se sabe “bien poco”,
pero que se caracterizó por cambiar el rumbo establecido en
el mundo geográfico al aventurarse a viajar por los
continentes para conocer las cosas “por si mismo” .
Desarrolló un proyecto de “gran magnitud” que duró 18 años
que se materializó en ‘El Libro de Roger’, obra en la que
incluyó su famoso mapamundi al revés y de la que no hubo
edición impresa en Occidente hasta 300 años después de su
muerte porque “fue postergado en vida por sus
correligionarios y censurado por contactar con reyes
cristianos”, comentó Surroca al explicar las razones que le
han llevado a escribir dos libros sobre Al-Idrisi.
Esta situación le dejó metafóricamente “muerto para el mundo
árabe dentro de un acuerdo tácito” hasta que se volvió a
intentar recuperar su figura en círculos de intelectuales
navales, siglos después.
Dado el profundo trabajo de investigación que llevó a cabo,
se tardó “mucho tiempo” en superar la calidad de su obra
cartográfica. Tuvo la oportunidad de conocer “toda la Europa
cristiana, hasta la India; toda una vida viajando”. Si bien
su mapamundi volvía a plantear las teorías de Claudio
Tolomeo expuestas “nueve siglos atrás”, su propuesta era una
regeneración de una idea en la que creía.
Su vinculación con el mundo griego ha llevado a Surroca a
profundizar en el estudio de este personaje y acabar
transformando su admiración en un homenaje doble: la edición
de un sello de correos que ya se ha cumplido y la futura
reproducción del mapamundi en el ámbito de su cargo como
presidente de la comisión de cultura. “Propuse hacer un
esfuerzo para recordarle porque pese a su magnitud mundial,
no es reconocido socialmente”.
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