Cuando hace unos meses tomé la
decisión de dejar de escribir, lo hice por un cúmulo de
circunstancias sociales que se dieron en España y en Ceuta,
que me llevaron a reflexionar sobre varios asuntos:
-Pensaba que a través de mis artículos podía ayudar a que la
JUSTICIA imperara en las Instituciones, en la política y en
la sociedad.
-La VERDAD, que nos hace libres a todos los que la ponemos
en práctica, había que defenderla públicamente.
-Que mis años de experiencia en el trato continuo,
permanente, íntimo con el ser humano me había dado la
experiencia suficiente como para poder ayudar a los más
necesitados
-Y que el Espíritu de Servicio, que nace de mi vocación y
profesión, era razón suficiente como para aportar algo a mi
PATRIA Y A MI CIUDAD.
Una vez más me he vuelto a equivocar.
Como en ocasiones anteriores, por ejercer el derecho que el
Art. 20. a) CE, me otorga a “Expresar y difundir libremente
los pensamientos, ideas y opiniones mediante la palabra, el
escrito o cualquier otro medio de reproducción”, o el
apartado b) “ A comunicar o recibir libremente información
veraz por cualquier medio de difusión”; por decir la verdad,
por intentar ayudar, por desear que mis lectores tuvieran
una mayor perspectiva en sus conocimientos de política, de
democracia, de solidaridad, de sabiduría, de moral, de
seguridad personal y afectiva,..; es decir por ser la voz de
muchos ciudadanos que no tienen la posibilidad, la
oportunidad y por que no decirlo, la valentía para expresar
con libertad lo que su corazón y su cerebro rechaza o le
repugna…
He sido condenado por la “justicia”; mi familia insultada,
perseguida, y humillada; los carroñeros de la política han
atacado al corazón de la DEMOCRACIA (la Libertad de
Expresión popular) para conseguir un rédito político
personal, etc…
Una vez más he sido, el payaso, el imbécil, el perjudicado.
Me habéis convertido en un SOCIOPATA. Escribir para un
pueblo aborregado, que se oculta en los seudónimos, que
traga con todo, no merecía la pena… pero un día me encontré
con un pobre que me dijo: “sus artículos me han ayudado a
tener dignidad en mi miseria, vuelva a escribir por
favor”...Por un solo hombre, por muy humilde que sea, estoy
de nuevo comprometiéndome con la sociedad.
Me gustaría que cualquier ciudadano que quiera que escriba
sobre algún tema en concreto me lo haga saber a través del
correo electrónico. Escribo para serviros no para servirme.
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