El etarra De Juana Chaos vuelve a
amenazarnos con deteriorar su salud con una huelga de
hambre. La vez anterior llevó a cabo, con enorme victimismo
y en la cárcel de Algeciras una severa dieta de
adelgazamiento, en la que ingería tan solo productos sanos y
saludables como lácteos, jamón de york y 0 grasas
poliinsaturadas, lo que debió suponer una notable mejora
para su organismo y una evidente eliminación de adipocitos
abdominales, sin necesidad de gastarse el peculio en L-Carnitina
o similares remedios dietéticos de parafarmacia, encaminados
a recuperar la silueta.
Los funcionarios de Botafuegos, cuyo subdirector de
Tratamiento, Plácido, es un gran jurista, se cachondeaban
del régimen hipocalórico, como seguramente harán ahora los
funcionarios de ese Centro Madrid VI enclavado en lo más
árido de tierras toledanas, pero que tiene pocas puertas y
una cafetería atendida por una paisana mía marroquí. El
etarra no quiere que le condenen y trata de apretar
anunciando huelgas y pidiendo ser aislado en un módulo, con
negativa a comer de “la bandeja”, aunque, si es como la vez
anterior, comerá del economato y servirá de excusa al
gentucerío batasuno para convocar todo tipo de
manifestaciones y esos actos de kale borroka con los que
destrozan autobuses vascos, queman cajeros vascos y
destrozan las ciudades vascas. Devastar el entorno y la
tierra de uno se me antoja nihilista y absurdo.
Como absurda la opinión de Zetapé de que, algunas decisiones
judiciales pueden obstaculizar “el proceso de paz”.Lo cierto
es que yo no veo ningún proceso por parte alguna. Y en esto
comparto de forma absoluta la línea del PP y de todos los
españoles que vemos en la jugada un desesperado intento de
los batasunos por regresar, no a la legalidad, sino a “la
colocación” porque, los cargos y las jugosas subvenciones,
son su único medio de vida. Eso si, “el proceso” sería
claramente factible si acercaran a los criminales a las
cárceles vascas, delegando de inmediato las atribuciones en
política penitenciaria en el Gobierno Vasco, para que
mangoneara a su antojo y mimara a esos presos a cuyas
familias ha subvencionado tan rumbosamente, sin que el
Tribunal de Cuentas ni la Udyco hayan podido intervenir
jamás para analizar el destino de los dineros de
Diputaciones y Ayuntamientos en manos nacionalistas.
“Proceso” con indultillos encubiertos, para que, el resto de
la población reclusa no terrorista, no se amotine ante la
discriminación de tratamiento jurídico. ¿Qué cual sería el
futuro de los criminales indultados? Bueno, han de
considerar que muchos salen con flamantes carreras
universitarias y con títulos regalados por esa Universidad
del Pueblo Vasco a la que tampoco suelen investigar en
demasía, o mejor dicho, que no han investigado en serio
“jamás”. Y con respecto a los parados batasunos, sus ansias
de derogación de la Ley de Partidos es un desesperado
intento lograr el pleno empleo y no correr el riesgo de
acabar como De Juana Chaos, a base de lácteos, jamón de York
y pan bimbo, pero no por huelga de hambre para “presionar y
amedrentar” sino por endémica escasez económica. De Juana va
a iniciar una dieta toledana, Ghandi subsistía con tres
cuencos de arroz al día.
Y la mejor manera de contrarrestar la huelga es ignorarla,
porque existirá si es publicitada. Si el silencio
informativo es total la “amenaza” se desvirtúa. Los que no
aparece en los medios no existe y ante la dieta hipocalórica
el silencio como terapia.
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