Una de las doctoras que atendió al testigo de cargo, A.A.D.,
en el hospital la noche de los hechos declaró ayer que
apenas recordaba nada de aquella noche salvo que el herido
estaba muy agitado, pálido y afectado, tal y como constaba
en el parte médico.
M.M.S. ratificó también su declaración de febrero de 2000 en
la que decía que el herido sólo había dicho que “había oído
tiros y que había salido corriendo hasta Los Rosales, donde
le llevaron en coche hasta el hospital”. Ella fue quien
atendió también a Malika aunque asegura que no oyó a esta
comentar nada: “lo hubiéramos añadido en el parte
entrecomillado”, dijo.
|