La AD Ceuta, que ha contratado hasta ahora al
lateral-interior derecho Mikel Amézaga, al interior zurdo
Javi Navarro y al defensa central Álex Hornillo además de
renovarle el contrato por dos temporadas a Sandro, tiene
subrayadas en rojo las posiciones que debe reforzar si
quiere construir un equipo competitivo, con argumentos para
pelear por las primeras posiciones del grupo IV. Aunque el
club caballa está pendiente de las respuestas de Perita,
Juanma, Novoa y Cerveró, a los que ha ofrecido renovar sus
respectivos contratos, está claro que el Ceuta necesita
fichar un lateral izquierdo, dos centrocampistas -un pivote
defensivo y un medio de corte ofensivo- y dos delanteros
contrastados si quiere ‘vivir’ la próxima temporada en la
zona noble de la tabla.
Para el puesto de centrocampista defensivo suena Víctor Vía,
un futbolista de 27 años al que Carlos Orúe conoce
perfectamente porque lo tuvo a sus órdenes en el Cádiz
(temporada 00-01) y en el Rayo (04-05). Es más el técnico
jerezano fue el que subió a Víctor Vía del Cádiz ‘B’ al
primer equipo y lo hizo debutar en Segunda ‘B’. En aquel
Cádiz, que acarició el ascenso a Segunda División a pesar de
la gravísima situación económica de la entidad amarilla, el
centrocampista de Chiclana era el ‘tapón’ defensivo y su
compañero Sergio Iglesias, el jugador creativo que se
aprovechaba del trabajo oscuro y eficaz de Víctor Vía.
Además de militar en el Cádiz ‘B’, Cádiz y Rayo Vallecano,
el medio chiclanero jugó en el equipo de su tierra en
Tercera División (98-99), en el Cacereño (02-03), Novelda
(03-04) y Arcos, su último equipo. En el equipo arcense
Víctor Vía ha completado una notable temporada
convirtiéndose en uno de los ‘fijos’ de las alineaciones de
Ángel Oliva. El Arcos se ganó a pulso el cartelito de equipo
revelación del grupo X de la Tercera División, porque a
pesar de su condición de novato se metió por méritos propios
en las eliminatorias de ascenso a Segunda ‘B’ cayendo en la
segunda y definitiva ante el Puertollano, después de tumbar
con autoridad al Granada Atlético.
Luchador incansable
Víctor Vía, que mide un metro y ochenta y tres centímetros y
pesa setenta y nueve kilogramos, es un jugador peleón,
disciplinado, de los que se deja la piel en el campo y muy
poderoso físicamente. Es de esos futbolistas incansables que
corren y corren para recuperar el balón, meten la pierna y
apagan incendios en la medular. No es un jugador sobrado de
calidad por lo que su trabajo está enfocado a la
recuperación del balón y tocarla a la primera para no
complicarse la vida.
Con la marcha de David Franch al Águilas, el Ceuta busca en
el marcado un pivote defensivo que aporte trabajo, brega,
pelea y contundencia.
Víctor Vía se encuentra a gusto en el Arcos y el club
gaditano cuenta con él para la próxima temporada, aunque es
consciente de que el chiclanero podría regresar a la 2ª ‘B’.
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