A pesar de su extenso curriculum en Segunda División, Sandro
llegó al Ceuta en el verano del 2004 sin hacer ruido. El
brasileño estaba jugando en la Regional cordobesa por
asuntos extradeportivos y no pasaba por su mejor momento. El
club presidido por José Antonio Muñoz apostó por él al
ficharlo por dos temporadas y Sandro respondió en el campo
con su eficacia, solvencia y regularidad.
Titular indiscutible con Carlos Terrazas, Ramón Calderé y
Carlos Orúe en las dos últimas campañas, se había ganado a
pulso una mejora económica porque su ficha era de las más
bajas de la plantilla. Quería quedarse en nuestra ciudad por
encima de todas las cosas y ayer antes de marcharse a
Córdoba, la tierra de su esposa, reiteró que “tanto a mí
como a mi mujer Ceuta nos ha cautivado. Nos sentimos un poco
caballas y si el club valoraba mi trabajo, yo firmaba
encantado la renovación”, recordó.
Tiene 34 años, pero Sandro es un inconformista y asegura que
“voy a seguir trabajando a tope en los entrenamientos para
ganarme un puesto en el equipo y si es posible rendir más
que en estos dos últimos años”, subraya.
Después de quedarse a 85 minutos de jugar completos todos
los partidos de la temporada 05-06, el central no se corta
cuando afirma que “espero jugar la próxima temporada todos
los partidos y todos los minutos”.
Para terminar, un deseo. “Este año ha sido muy duro, lo
hemos pasado mal y ojalá la próxima temporada sea muy
diferente y el Ceuta vuelva a pelear por el ascenso”.
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